El equipo olímpico español se está cargando de razones para creer que este triunfal 2008 no puede culminarse sin una actuación histórica en los Juegos Olímpicos de Pekín. Los Juegos del controvertido gigante asiático, además de muchas cosas, podrían pasar a la historia también por la mejor cosecha de medallas de la delegación española. Los 22 podios logrados hace 16 veranos en Barcelona son el objetivo que se han impuesto no solo los dirigentes sino los propios atletas, que cada vez creen más en ellos mismos y en el objetivo marcado.

Con la llegada --la pasada madrugada en el último contingente del equipo que voló desde Madrid-- del palista David Cal y del ganador del Giro y del Tour, Alberto Contador, todos los jefes de filas ya se encuentran en la capital china para hacer frente a su persistente ambiente grisáceo e intentar imponer su fulgor. Rafael Nadal, Pau Gasol, Gervasio Deferr, Gemma Mengual, Isabel Fernández... Aclimatados, cómodos en la mejor villa olímpica, convencidos de sus fuerzas, aunque conscientes de la dificultad de arañar metales en unas condiciones duras de calor, humedad y contaminación y ante el mayor contingente que ha participado nunca en unos Juegos: la inscripción se cerró en 10.708 atletas de 205 países, tres más que en Atenas-2004.

MEJOR IMPOSIBLE Pero la excelente trayectoria de un 2008 de ensueño no se va a truncar en Pekín, piensan. En un año de Eurocopa de fútbol, de Giro y Tour, de Roland Garros y Wimbledon, la gran cita no se les puede atragantar. "El año del deporte español es magnífico, hacerlo mejor es imposible. Pero precisamente por eso nosotros sabemos lo difícil que es conseguir todo lo que se está consiguiendo, lo complicado que es hacer lo que se está haciendo este año. La gente a veces no lo valora y cada vez pide más, pero hay que ir con humildad", aseguró el más prudente, y el más grande, de los campeones, Rafael Nadal.

El tenista mallorquín conocerá hoy el nombre de su primer rival pero, como siempre, tendrá palabras de respeto para él y asegurará que hay que ir partido a partido, punto a punto. Esa es la mentalidad que le ha llevado al número uno del mundo, título que estrenará oficialmente justo el día siguiente de acabar el torneo olímpico. Eso no es ninguna incógnita. Sí lo es si lo hará como nuevo campeón olímpico. Ayer ni lo aseguró ni lo negó, pero sí transmitió la ilusión con que afronta el reto. "Aquí lo de menos son los puntos para el ranking. Lo importante es representar a nuestro país y llegar lo más lejos posible, luchar por conseguir una medalla", aseguró Rafa Nadal.

El tenis, liderado por el jugador manacorense, aportará otras opciones de medallas, en individuales y dobles femeninos, pero la delegación española cuenta con muchas más armas y ambiciones muy patentes. Como la de Gervasio Deferr, que persigue su tercer título olímpico. Si no lo logra no pasa nada, dice el gimnasta de Premià, pero a sus 27 años y con la experiencia de sus terceros Juegos, no renuncia a nada. "Si gano la tercera medalla en salto será histórico, porque ningún gimnasta lo ha logrado en la misma prueba en tres Juegos distintos. Y si gano la primera en suelo, diré ¡por fin!, ya me la merecía".

David Cal tampoco oculta sus ambiciones. Antes de viajar a Pekín, ultimada su preparación en un pantano de Salamanca que reproducía las condiciones climáticas de la capital china, el campeón de canoa C-1 1.000 metros y subcampeón de C-1 500

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metros prefería situarse el listón muy alto, en la línea demostrada en los últimos meses por los deportistas españoles. "Si te planteas un objetivo pequeño, el resultado es pequeño. Si queremos un resultado grande, hay que marcárselo grande. Así que no renuncio a mejorar los de Atenas e intentar ganar esta vez las dos medallas de oro", dice el palista gallego, que empuñará la bandera del equipo español en la ceremonia inaugural tras la renuncia de Deferr, que compite al dia siguiente. "He pensado en el equipo y he hecho lo mejor, renunciar a ser abanderado", reiteró el gimnasta.

Quienes tampoco estarán en la ceremonia serán los ciclistas en ruta, que abren el fuego a primera hora del sábado y con posibilidades variadas en las piernas de Alejandro Valverde, Carlos Sastre, Oscar Freire, Samuel Sánchez y Alberto Contador. La carrera finaliza a los pies de la Gran Muralla, que no será un obstáculo ante las opciones reales de varios de ellos, en gran forma los que han estado en el Tour de Francia y Contador gracias a su preparación en España.

POSIBILIDADES "Todos queremos y sabemos que podemos conseguir medallas, pero tenemos que ser realistas. Esto no es un Mundial y dependemos de la suerte en cada carrera", afirmó el murciano Alejandro Valverde, el mejor en este tipo de finales y, por tanto, aspirante claro a la medalla de oro. "El recorrido le viene muy bien a Oscar Freire, sobre todo después de haber participado en el Tour. Alberto, Carlos y Samuel también harán un buen papel, es un recorrido más duro de lo que decían", apuntó el del Caisse d´Espargne.

Sincronizada, natación, baloncesto, atletismo, triatlón, hockey sobre hierba, balonmano, waterpolo, judo, taekuondo, vela... La lista de opciones de éxito es larga, sobre todo en un deporte español subido a la cresta de la ola del éxito. El dato es significativo. En los Mundiales celebrados en el 2007, los deportistas españoles lograron 66 medallas, 22 de ellas en modalidades que están en el programa olímpico en Pekín. La traslación no es automática, pero suele ser muy fiel. Así que el botín de Barcelona, que parecía inabordable, es ahora una posibilidad al alcance del equipo más pujante, capaz, triunfal e ilusionado que ha acudido a unos Juegos.