Francia derrotó esta tarde a Croacia (25-23) en la primera semifinal del torneo olímpico de balonmano, un partido igualado que se decidió en los últimos minutos cuando a los croatas se les "nublaron" las ideas en ataque. Los galos se enfrentarán en la final al ganador del Islandia-España que se disputa a continuación.

Los croatas, tras recuperar al lesionado Ivano Balic, han mejorado notablemente su imagen y, de hecho, esta tarde comenzaron rompiendo los pronósticos, pero en la última fase de partido los franceses fueron muy superiores, protagonizando, incluso, jugadas de auténtica "fantasía".

Los franceses se acogieron a la magia de Cedric Burdet, Daniel Narcisse y Nikola Karabatic para romper el encuentro a partir del minuto 52, justo cuando Croacia comenzó a "atascarse" en la faceta ofensiva e inició una secuencia negativa de hasta ocho minutos sin ver portería. Los croatas acusaron, y mucho, el nulo porcentaje de acierto de su lateral derecho Blazenko Lackovic, quien falló sus seis lanzamientos desde los nueve metros y "lastró" notablemente el juego de los balcánicos.

Francia pues espera en la final a la selección española que alcanzó estas semifinales tras derrotar el miércoles a Corea del Sur (24-29) y que esta tarde (12,15 GMT) se enfrentará a Islandia. De ganar España, al menos se aseguraría la plata.

El encuentro se jugará, al igual que el partido Francia-Croacia, en el Palacio Nacional de Pekín, con capacidad para 18.000 espectadores y que en el primer partido estaba prácticamente lleno, con mayoría de espectadores chinos y croatas.