81 - ESPAÑA: Calderón (13), Rudy Fernández (16), Jiménez (6), Reyes (4), Marc Gasol (7) -cinco inicial-, Mumbrú (5), Pau Gasol (11), López (-), Garbajosa (2), Rodríguez (3), Navarro (7) y Rubio (7).

66 - GRECIA: Diamantidis (14), Spanulis (15), Vasilopulos (9), Fotsis (7), Tsartsaris (1) -cinco inicial-, Papalukas (5), Schortsianitis (2), Papalukas (5), Burusis (3), Zisis (10) y Pelekanos (-).

ÁRBITROS: Mercedes (DOM), Estevez (ARG) y Butler (AUS). Sin eliminados. Señalaron técnica a Fotsis (m.16) por protestar.

MARCADOR POR CUARTOS: 20-16, 35-29, 62-46 y 81-66.

Algún día se recordará la fecha del 10 de agosto del 2008 cuando se hable del salto a la élite de Ricky Rubio. Y se hablará de su récord de precocidad. Para la historia quedará que se convirtió en el jugador más joven de la selección en debutar en unos Juegos, con 17 años, 9 meses y 20 días, superando la marca de Juan Antonio Corbalán, que debutó más joven con España (17 años, 8 meses y 24 días) pero llegó ya con 18 años a los Juegos de Múnich-72. Y se dirá que España resolvió el partido con una convincente victoria: 81-66. Como corresponde a un campeón del mundo y aspirante al oro en Pekín.

Ricky no desentonó. No le pesa la responsabilidad. Ni le afectan los nervios. Actúa con una naturalidad y un desparpajo que resultan hipnóticos. Es una delicia verle jugar. Lo es incluso para sus compañeros, concienciados como están en mimarle como se merece una pieza única de coleccionista, una joya de la proyección de nombres como los de Sabonis, Kukoc, Petrovic. Tal es la magnitud de lo que se intuye en su meteórica carrera.

"Este día seguro que no lo olvidaré nunca", explicó después del partido el jovencísimo jugador del Joventut, que calificó su estreno como "muy especial y emocionante". "No he tenido que decirle nada especial, simplemente que jugara como siempre, él asimila todo lo que se le dice y lo absorbe como un esponja", lo elogió García Reneses, que lo utilizó durante 13 minutos, en los que sumó 7 puntos, un rebote y una asistencia. No se habían disputado cinco minutos cuando Ricky saltó a la cancha tomando el relevo de Calderón. Toda una señal.

Ricky es uno más de los innumerables recursos con los que ha llegado la selección a Pekín y que ayer Aíto García Reneses administró con sabiduría y, también, con la tranquilidad que permite nadar en la abundancia: ahora juego con Marc Gasol, ahora con Pau; ahora siento a Rudy y saco a Navarro. Ahora utilizo a Calderón. Y me reservo a Garbajosa. Todo un arsenal.

Lo que en otro equipo resultaría casi un sacrilegio, dejar a la estrella en el banquillo, en España resulta casi anecdótico, si no fuera porque se trata de Aíto García Reneses, un técnico acostumbrado a ofrecer el mismo trato a las figuras que a los secundarios, y porque Pau Gasol solo había visto el inicio de un partido desde el banquillo en dos ocasiones en 47 partidos desde que se estrenó en la selección, allá en el 2001. Aíto, en cualquier caso, lo justificó: "Cuando Pau acabó la temporada de la NBA, necesitaba descanso y empezó la preparación más tarde. Hoy ha jugado bien".

LENTA SANGRIA Grecia salió dispuesta a aceptar el reto. A aguantar cada golpe. A no rehuir la pelea. Pero se fue desfondando poco a poco. En una lenta sangría. Aguantó en el primer cuarto (20-16), insinuó alguna fisura en el segundo (35-29) y se derrumbó en el tercero (62-46), permitiendo un plácido transito hacia el final para la selección.

"Estoy muy satisfecho de lo que hemos hecho en un 90%. Creo que hemos salvado el partido con un sobresaliente, por tratarse del debut y también de Grecia", valoró García Reneses, que reconoció que ni siquiera tuvo que preparar mentalmente a sus jugadores. "Pensé en hacerlo, pero tal como los vi entrenar, sabía que estaban preparados".

Grecia se encomendó a Spanoulis, decidido a ejercer el papel de líder del equipo, y exprimió cuanto pudo del resto de sus estrellas como Diamantidis y Papaloukas. Incluso, Yannakis intentó sorprender con la inclusión del gigantesco Tsortsanitis, pero Pau Gasol se lo zampó en un abrir y cerrar de ojos.

Para España, todo se resolvió en un inicio arrollador del tercer cuarto. "En ese tercer cuarto jugamos como sabemos y eso nos permitió resolver un partido durísimo", admitió Rudy. Con un parcial inicial de 15-2, la selección disparó sus ventajas hasta los 19 puntos, (del 35-29 a 50-31) un margen inalcanzable incluso para un buen equipo como Grecia que, a partir de ese instante, se vio condenada a una lenta agonía sin posibilidad de redención.

HACIA CHINA Aíto asistió luego al partido entre China y los Estados Unidos para presenciar en directo el juego de ambos equipos pero, sobre todo, del combinado asiático, próximo rival de los campeones del mundo en el torneo olímpico de Pekín 2008. Será mañana a partir de las 10.45 hora española en otra buena prueba para calibrar la fuerza española.