Extremadura tiene cerca otra medalla en los Juegos Olímpicos. Ese metal se lo puede dar Carlos Prieto, natural de Mérida, que hoy juega con la selección de balonmano la semifinal frente a Islandia. Una victoria le aseguraría la plata, una derrota le obligaría a vencer en el partido por el bronce. "Estamos muy ilusionados y más viendo que está cerca la medalla, aunque para nosotros el oro ya está ganado con tener ahí a Carlos", afirma su madre, Mercedes Martos.

El emeritense ha cumplido uno de sus sueños estando en los Juegos. "Desde pequeño quería ser deportista, decía que quería ser como los de la NBA", dice su madre. Por suerte para el balonmano, Prieto se decantó con el paso de los años por este deporte. Pero su dedicación no fue exclusiva ya que también hacía natación, donde quedó subcampeón de Extremadura.

En el colegio le convecieron para que se dedicara al balonmano y así lo hizo. Cuando tenía 15 años en un torneo en Bilbao el Barcelona se fijó en él y le hizo una oferta que no pudo rechazar. Empezaba a labrar su futuro. "Al principio fue duro, me pasaba los días llorando, pero había que ser fuertes porque era la oportunidad de su vida y no le podíamos cerrar las puertas pero todo el esfuerzo ha merecido la pena", dice Mercedes.

Luego dejó el Barça y fichó por el Galdar, más tarde por el Ciudad Real y actualmente juega en el Valladolid. En su trayectoría ha ganado todos los títulos posibles a nivel de club. Ahora quiere algo más: subir al podio con la selección nacional.

Y en ello está, en una competición en la que tanto él como sus compañeros van de menos a más. "Están muy bien, hay que tener en cuenta que es una selección que se está formando y a pesar de todo ya están en semifinales".

Al hablar con su madre se le nota una alegría desbordante: "Estoy muy contenta, pero sufriendo muchísimo. Los primeros partidos han sido malos, pero el último ha compensado. En la semifinal no sé si aguantaré los nervios".

Un partido que va a ver en casa rodeada de los suyos, ya que no podrá estar con Carlos en Pekín viéndolo en directo. "En vivo no lo aguantaría, mejor en casa, que puedo gritar y no parar quieta. Además estaré con la familia y con los amigos".

Desfile por teléfono

Uno de los momentos más emotivos que ha vivido Mercedes Martos en estos Juegos fue el desfile de la inauguración. "Cuando estaba entrando por la pista del Estadio Olímpico me llamó y estuve hablando con él, ese momento no lo voy a poder olvidar en mi vida. Hablamos cada día, pero ese momento... no sabría describirlo".

En pocos días Carlos Prieto se reencontrará con su madre. Tras el sufrimiento de estos días llegará una alegría que se desbordará si consigue uno de los mayores logros deportivos: ganar una medalla olímpica.