La ausencia de Jacques Rogge, que acudió al izado de la bandera de su país, Bélgica, en la Villa Olímpica, hizo que la presidencia de la asamblea del COI quedara ayer temporalmente en manos de la vicepresidenta primera, Gunilla Lindberg. "Es la primera vez que esto sucede en nuestros 114 años de historia --subrayó Rogge antes de ausentarse--". Y ya era hora. La exatleta sueca cumple precisamente al término de esta asamblea su mandato como vicepresidenta y anunció que el único candidato para sucederla es el chino Yu Zaiqing.