Paquillo Fernández, la baza más segura del atletismo español, abrirá el fuego esta próxima madrugada (3.00, hora española) en Pekín. El marchador de Guadix (Granada), que desde el año 2002 no se baja del podio en campeonatos importantes, se dio ayer el último masaje en la Villa Olímpica antes de asaltar una de las pocas medallas que le falta: el oro olímpico.

Como sucedió antes de los Mundiales de Osaka de año pasado, Paquillo se concentró en la localidad japonesa de Matsue y ha esperado hasta el último momento para desplazarse, en un vuelo de apenas tres horas, a la capital china.

Al marchador no le preocupa la polución del aire, bastante atenuada en los últimos días, pero sí la humedad, por lo que estudia un buen plan de hidratación para encarar los 20 kilómetros de esta próxima madrugada. El marchador se ha aclimatado de todas maneras muy bien en Matsue, donde la humedad todavía es más alta que en Pekín. El marchador, tres veces subcampeón mundial, dos veces campeón de Europa y plata olímpica en el 2004, buscará el peldaño más alto del podio ante su dos verdugos más habituales, el ecuatoriano Jefferson Pérez (que le relegó en los tres últimos Mundiales) y el italiano Ivano Brugnetti, su verdugo en Atenas-2004.

SEGUNDA MARCA DEL AÑO "Jefferson siempre llega en una forma extraordinaria a la gran competición", reconoció ayer el marchador granadino, que también señaló a otros rivales a tener en cuenta: "El mexicano Eder Sánchez tiene 22 años y muchas ganas, el año pasado quedó cuarto en Osaka y en el 2008 me ha ganado en una prueba. Además, habrá que tener en cuenta a los rusos, al noruego Tysse y a los atletas chinos, que juegan en casa".

El español llega a Pekín con la segunda mejor marca del año (1.18.15), por detrás del nuevo plusmarquista mundial, el ruso Sergei Morozov (1.16.43 horas). Sin embargo, la credibilidad rusa está en entredicho tras haber sido sancionados por dopaje dos de sus especialistas más destacados, Vladimir Kanaykin y Valeri Borchin, ambos con marcas por debajo de la hora y 19 minutos.

El marchador accitano llega, a sus 31 años, en el momento más dulce, y por tanto no renuncia a lograr su octava gran medalla: "Llego en un momento bueno, no he tenido lesiones y estoy muy motivado, por lo que mi objetivo no puede ser otro que lograr otra medalla".

LA NOCHE DE PAQUILLO En Guadix, el ayuntamiento ha organizado la llamada noche de Paquillo, una serie de actos. En la plaza se instalará un campo de baloncesto y un castillo hinchable para los niños, y después de medianoche se proyectará la película Carros de fuego y un vídeo sobre el marchador. A las tres, los vecinos podrán seguir la pruebaen una pantalla gigante.