Las medidas para reducir la contaminación que empezó a aplicar Pekín el pasado 20 de julio no están dando los resultados esperados y la ciudad proyectainmovilizar más vehículos y detener la producción de más empresas para los Juegos Olímpicos. "Aplicaremos un plan de emergencia con 48 horas de antelación si la calidad del aire se deteriora durante los Juegos, del 8 al 24 de agosto", dijo Li Xin, ingeniera a cargo del plan para el Buró de Protección Medioambiental de Pekín, citado hoy por el diario "China Daily". De momento los detalles de este plan no han sido revelados, pero según Li las autoridades lo harán pronto.

Zhu Tong, un experto en medio ambiente, dijo que sería necesario retirar el 90 por ciento de los automóviles de las calles durante los Juegos, en lugar del 50 por ciento actual, permitiendo circular a aquellos automóviles cuyo último número de la matrícula coincida con el último dígito del día del mes. Pekín continúa siendo una ciudad irrespirable bajo un manto de contaminación perceptible a ojos vista a pesar de todos los esfuerzos que están haciendo las autoridades para, como mínimo, disimular la polución.

Esta mañana el grupo ecologista Greenpeace presentó un informe nada halagüeño sobre la situación medioambiental de la capital china y dijo que "hay razones para que todo el mundo, incluidos los atletas y los organizadores, estén preocupados con la calidad del aire" sobre todo por los altos niveles de PM10.

Sin "días azules"

Los PM10 son partículas en suspensión procedentes del tráfico o de la industria que pueden causar asma, problemas cardiovasculares, cáncer de pulmón o muerte prematura, y Pekín no ha conseguido atajarlas a niveles seguros pese a las medidas puestas en marcha. Desde el pasado día 20 la mitad del parque automovilístico de Pekín está inmovilizado, un buen puñado de industrias contaminantes suspendieron su producción y el sector de la construcción está detenido hasta que acaben los Paralímpicos.

En los últimos cuatro días, sin embargo, la ciudad no ha vivido ni un solo día azul y el índice de contaminación del aire ha estado siempre por encima de 100, lo cual implica riesgos para la salud en caso de competir en pruebas especialmente duras. Según Du Shaozhong, subdirector del Buró Municipal de Protección Medioambiental, la neblina que se puede ver estos días en Pekín es causada tanto por las emisiones como por el mal clima pero Pekín, afirmó, tiene planes de choque para salvaguardar la salud de los atletas.

El problema de la contaminación, que ya advirtió el COI con preocupación con años de antelación, continúa, junto con la seguridad, siendo el principal quebradero de cabeza para los organizadores de los Juegos, que sin embargo siguen confiando en sus medidas para garantizar un aire respirable durante el evento.