Anda revuelto el PP cacereño, y donde más se nota es en estos grandes actos en los que un buen coctail acaba desatando la lengua. Centrados en ello, hubo un tiempo en que Elena Nevado fue la indiscutible ‘musa del peperío’, bautizada así por las crónicas sociales de este periódico, ¿recuerdan?, arropada por su partido, logrando una mayoría tan absolutísima que rompió el techo de la historia de la Democracia de Cáceres. Pero es severo el electorado y hace dos años tuvo a bien otorgarle un gobierno en minoría que ahora pasa por horas bajas. Un acuerdo con Ciudadanos facilitó a la musa su vuelta al sillón noble del consistorio, pero está siendo un camino plagado de turbulencias, mosca cojonera que le ha salido el líder de Ciudadanos, Cayetano Polo, y esa auditoría externa del Servicio de Inspección Municipal que hace unos días solicitó el PSOE por el ‘caso matadero’, empresa a la que no se le cobraba el canon y que acumula deudas suculentas con nuestro ayuntamiento.

Saben ustedes que ‘A río revuelto, ganancia de pescadores’ es un refrán popular que se refiere a aquellas personas que suelen sacar provecho de las situaciones de caos o desorden. Como tal, es un dicho de origen español, muy extendido en España y también en América. Y también en la Fiesta Empresario Extremeño del Año que el pasado jueves celebró (ya son 22 ediciones) El Periódico Extremadura.

Estaban los corrillos del peperío bien posicionados en el escenario del Palacio de Congresos de Cáceres, donde se celebró la cena posterior a la entrega de galardones. Sí, bien posicionados todos los pescadores que hacían sus quinielas. ¿Se presentará Elena Nevado como candidata a la alcadía de Cáceres por el PP en las próximas elecciones? Tremenda pregunta para la que hay variopintas respuestas. La más socorrida es esta: «El alcalde siempre es el candidato».

Eso decían a priori los del PP en la gran noche de El Periódico Extremadura, pero luego, animados por los focos y el off de record, empezaban a soltar lastre. «En Mérida, Monago y los suyos siempre han apostado por María Guardiola, pero es que ella y Elena no se llevan». De manera que hay que seguir buscando. Si descartamos a María -que por cierto es una política de currículum envidiable, concejala que desgraciadamente pasa de puntillas, apenas expuesta a la luz y los taquígrafos- hay que meter los dedos en la chistera, y zas, la mano del presidente provincial, Laureano León, sacará enseguida al talentoso Rafa Mateos.

Mateos es el único político de la historia de Cáceres que nunca se enfada cuando un periodista le pregunta por un asunto espinoso. Tiene porte que gusta al peperío y solo le faltan un par de visitas al palco del Cacereño, a Las 300 y al bar José Luis para que el respetable caiga rendido a sus pies en forma de papeleta, que ya se sabe que en Cáceres, a tenor de los resultados, no hay terremoto político que mueva al PP de su poltrona. De modo que desde Antonio Hurtado están manejando los hilos y cuidan la imagen del prometedor Rafa, portavoz del Gobierno, y últimamente envían a Valentín Pacheco para que se desgaste cuando hay temas incordiantes de por medio.

Seguía avanzando la cena en el Palacio de Congresos y ya estaba el peperío bien a gusto cuando escuchamos la frase bomba: «Es que Elena a quien quiere de delfín es a Pedro Muriel». Lo cierto es que el concejal de Deportes no perdía de vista a su jefa durante la cena, y fue tan sorprendente esta revelación que aún andamos en proceso de recuperación.

Pero queda un largo trecho hasta las próximas elecciones municipales y de momento lo oficial es que ni se han planteado candidaturas ni se ha cuestionado a Elena Nevado. No obstante, con lo que nos quedamos, qué quieren que les diga, es con esa gala maravillosa que celebró este Periódico y a la que, por cierto, faltó Monago. Dicen que el líder regional del PP tenía problemas de espalda y que se le presentan unos días movidos con el debate sobre el estado de la región, pero es que a estas cosas hay que venir, porque no todos los días se consigue unir durante una noche a lo más granado del empresariado extremeño en una ciudad donde, insistimos, el PP siempre ha toreado en plaza grande.

Lo que sí hubo fue una buena representación de la familia socialista, liderada por su presidente, Guillermo Fernández Vara, y seguida por consejeros, responsables de las dos diputaciones y hasta diputados y exdiputados como Chano Fernández que soltó aquello de ‘Cuidado con Pedro’, que ya se sabe que aunque estamos en la era Sanchista aún había en el Palacio de Congresos un batiburrillo de susanistas que finalmente acabarán sucumbiendo a los encantos de Pedro.

Y hablando de Pedro, allí vimos precisamente a Belén Fernández Casero, flamante miembro de la comisión ejecutiva socialista de Sánchez, que no paró de recibir las enhorabuenas de decenas de invitados (es muy válida Belén y merece el reconocimiento). Pero además de Belén, de la corte socialista hay que destacar, sin duda, a Blanca Martín, presidenta de la Asamblea, que se nota que es de Plasencia, por lo educada en sus formas castellanas, por su sonrisa amable, porque te pregunta cómo estás y es tan cercana y tan humana que uno piensa: «No es verdad eso de que todos los políticos son majaderos y engreídos».

Los mejores vestidos

En las crónicas sociales dicen hay que citar a los mejores vestidos. Parece ser que es de manual periodístico. Así que, refiriéndonos a los caballeros, comentaremos que ante la ausencia del diputado Juan Parejo (que siempre marca tendencia con su porte) nos quedamos con el concejal de Deportes del Ayuntamiento de Plasencia, David Dóniga, alto, espigado, un buen tipo al que le gustan los campeonatos de dardos; y el empresario pacense Javier Gaspar Castro, que sorprendió con un acertado look casual.

Entre la señoras destacaron cuatro. La primera, como siempre, la vicepresidenta de la Junta, Isabel Gil Rosiña, con falda abullonada a la cintura en tonos dorados y malvas y sandalia negra, de tacón mediano. La segunda, la portavoz del grupo parlamentario del PP, Cristina Teniente, por su sobriedad y su pelo rizado que tanto le favorece. La tercera, Concepción Vicente Enrique, que por cierto es clavadita a Luz Casal y que es madre de Marta Alberni, Premio Joven Promesa de El Periódico Extremadura por ser el mejor expediente de Económicas y Empresariales de su promoción. Y la cuarta, Teresa Chamorro, que apostó por un vestido largo de motivos tribales y chal verde esmeralda, y que volvió a demostrar que donde hubo fuego siempre quedan brasas, que por algo la cacereña Teresita fue Maja de España y hasta hizo películas con Alain Delon.

Repasados los trajes volvimos a dar un garbeo por el escenario del Palacio de Congresos (qué bien cantaron los de Acetre, por cierto). Estuvo muy original la fiesta de El Periódico Extremadura porque miren ustedes, uno no siempre tiene la oportunidad de cenar entre bambalinas y tramoyas, y junto a nada menos que 500 invitados, que por momentos aquello parecía la discoteca Faunos a las cuatro de la mañana en los años dorados de la movida cacereña.

Y paseando nos topamos con el parlamentario socialista Valentín García. A mí me gusta Valentín porque es de esos toros de Miura que los ves venir de lejos, de manera que no es de los hipócritas que te clavan el puñal por la espalda, que si Valentín te tiene que decir que le caes como una patada en los bemoles te lo va a decir sin contemplaciones. Eso sí, Valentín está ahora más moderado, que cuando se gobierna siempre es otro gallo el que nos canta. Se maneja bien Valentín en la tribuna del parlamento y también en la del Análisis de Canal Extremadura Televisión, y aunque le saquen a relucir el ‘caso Feval’, él tiene resortes para salir airoso ante la cámara.

Hablando del ente público, hubo una magnífica representación del mismo: Manu Pérez, Charo Calvo y Leticia Antúnez (que presentó la gala), tres grandes periodistas, jóvenes, inquietos, con ganas de comerse el mundo y, sobre todo, buenas personas: llegarán lejos. No faltaron el alcalde de Trujillo (el siempre correcto Alberto Casero), el de Madrigalejo, Sergio Rey (que ahora se ha dejado una barba a lo Rufián y que no se separa ni a tiros de su maestro Laureano), la portavoz parlamentaria de Ciudadanos en la Asamblea, María Victoria Domínguez, tan sutil en las formas -no estuvo su portavoz municipal en Cáceres, Cayetano Polo, pero no faltaron el coordinador territorial Paco Piñero así como Luis Salaya, líder municipal del PSOE cacereño y afín a Eva Pérez (rival de Vara y Pérez Romero en las primarias) o Consuelo López Balset, de Podemos Cáceres, política implicada y comprometida-.

Estaban el alcalde de Plasencia, Fernando Pizarro, que acudió sin corbata, y el de Jaraíz de la Vera, Luis Miguel Núñez, con deportivas (yo es que para estas cosas soy más de corbata o pajarita y zapato, qué quieren que les diga, aunque Pizarro y Núñez iban como pinceles, no vayan a malinterpretarme). Al que no vimos fue al alcalde de Badajoz, Fran Fragoso, ni a sus concejales, que siempre ponen excusas cuando se trata de venir a Cáceres. Ay, esta Extremadura que a veces sigue siendo tan provinciana...

Por cierto, y hablando de cena, qué delicia la que ofreció el Cátering San Jorge. Son buenos profesionales. Estaba exquisito el postre de yogurt y mango. Pienso en él y aún me refocilo. Entre postre y postre, todo un desfile de empresarios, cómo me gustó el discurso de Atanasio Naranjo, premio Empresario Extremeño del Año. A Atanasio todos le llaman Tany. Es un tío luchador, pero luchador en aquella Extremadura de emigrantes donde no había universidad ni formación ni carreteras, ni, ni ni... Ahora este hijo de un colono de las Vegas del Guadiana cuenta con una central hortofrutícola en Zurbarán que factura cerca de 50 millones de euros anuales. Citó a las mujeres, a las madres, a las esposas, citó Tany a Gregorio Marañón, y vaya si nos emocionó.

Y es que esto de trabajar en una empresa de tradición es una bendición del cielo. De modo que para acabar la crónica social me referiré a dos personas. La primera es la alcaldesa de Cáceres, Elena Nevado, que no hay fiesta del empresario que no pase sin fotografiarse con los trabajadores de esta empresa editorial, un detalle, sin duda. La segunda persona se llama Guillermo Fernández Vara, y es presidente de la Junta. Vara es un hombre muy listo, sabe Vara que es bueno para Extremadura que existan medios de comunicación porque equilibran y hacen más rica la democracia. Por eso es digno de alabar ese mensaje de agradecimiento que tuvo Vara hacia los trabajadores de esta casa, encargados de contarnos, dijo: «la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad». No en vano somos un periódico con 94 años de historia que ha vuelto a celebrar una fiesta para premiar a los mejores empresarios de nuestra tierra. Empresarios que no dudaron en hacerse la correspondiente foto en nuestro photocall patrocinado por las empresas tiendas AKÍ de Extremadura, Plano, Extremadura Avante y BMW Cáceres para inmortalizar el momento (vean nuestra galería de fotos).

El año que viene volveremos a hacerlo. Hasta entonces, sean felices.