Los hidratos de carbono son frecuentes en la dieta mediterránea, reconocida mundialmente como una de las más sanas que existen. El pan y la pasta suelen ser la base de ese aporte de carbohidratos, que Valter Longo ve con buenos ojos, aunque con una salvedad: «No conviene abusar de ellos, porque ese exceso de hidratos de carbono se convierte en azúcar en el organismo y a la larga redunda en obesidad. En vez de un plato lleno hasta arriba de espaguetis con queso, que no aporta ningún nutriente, es mejor que lleve menos pasta y esta se acompañe de verduras, calamares o pescado», aconseja.

Carbohidratos, sí, insiste el experto, pero mejor que sean de la familia de los llamados «complejos». Es decir: pan y pasta integral, cereales con cáscara, vegetales con almidón (legumbres) verduras y frutas. «Si sustituimos un plato de pasta por otro de garbanzos, nos saciaremos antes, tomaremos más nutrientes e incorporaremos menos azúcar a nuestro organismo», recuerda el bioquímico italiano.