En el régimen alimenticio de las poblaciones más longevas del mundo, el pescado acostumbra a tener un gran protagonismo. No es casual entonces que el bioquímico Valter Longo defina su dieta como «vegano-pescetariana». Es decir: «La mayoría de los alimentos que la forman son de origen vegetal y el pescado está llamado a sustituir el papel que habitualmente cumple la carne a la hora de aportarnos proteínas», explica.

Pero no todo el pescado tiene el mismo efecto ni conviene tomarlo sin control. El especialista en nutrición recomienda comer entre dos y tres veces a la semana pescado y marisco con alto contenido de omega-3 y vitamina B12. Estos elementos abundan por ejemplo en el salmón, los boquerones, las sardinas, el bacalao, la dorada, la trucha, las almejas y las gambas. Por el contrario, el bioquímico italiano previene contra los pescados que hayan podido incorporar a su interior un alto contenido de mercurio, como el pez espada y el emperador.