La ventaja de equivocarse es aprender lo que no funciona de primera mano. Como lo hizo Romuald Fons. Las dos primeras startups que creó este joven catalán lo arruinaron. Es arquitecto pero dejó el primer despacho en el que estuvo porque el <i>quien paga manda</i> desarmaba su creatividad. Tras sus dos primeras empresas fallidas, borrón y cuenta nueva. Desde cero, fue en busca de su tercera oportunidad. Ya sin nada que perder, pues lo había tenido que vender todo, de día redactaba para una empresa anuncios de chicas de compañía y de noche escribía los textos de webs que él mismo creaba. Las creaba para aprender a hacerlo.

Produjo 1.400 y las puso a trabajar para él. Se retaba a sí mismo superándose noche tras noche en el correcto posicionamiento. El primer día llegaron 2 euros, luego 4,20 y cerró un primer año recogiendo 1.500 euros mensuales gracias a webs bien hechas, con contenidos gancho y con lugar optimizado en Google. El tercer año ingresaba ya 18.000 euros al mes. Un conocido CEO lo descubrió y le ofreció esa misma cantidad para posicionar su marca. Romuald Fons se había sumergido a fondo en las entrañas de la monetización de las webs. Sabe que funciona. En su camino de aprendizaje él también buscó maestros, pero, dice, «vi que vivíamos rodeados de vendedores de humo. La gente quiere solución a sus problemas». Para ello, creó www.romualdfons.com. Y, paralelamente, comparte en sus vídeos claves útiles y sencillas de wordpress y lenguaje SEO. «Quiero tocar la vida de las personas», asegura. Supera los 2 millones de reproducciones y los 58.000 suscriptores, que llegan a él para aprender a hacer o mejorar su web y sacar rédito de ella.