El 1 de marzo de 1983 se reunieron en la casa de la cultura de Mérida un grupo de amigos, convocados por el entonces director del museo romano, José Alvarez Sáenz de Buruaga, con el objetivo de crear una asociación capaz de dotar al futuro Museo Nacional de Arte Romano, en su nueva sede de próxima inauguración, de un instrumento eficaz para la potenciación y difusión de los tesoros arqueológicos que expondrá, recuerda 25 años después Agustín Velázquez.

Los asistentes a esa cita acordaron crear un gestora que se encargaría de poner en marcha el proyecto y de la redacción de unos estatutos. Ya son 1.675.

Los comienzos no fueron fáciles, pero la asociación, al frente de su flamante presidente, Juan Bautista Bonilla (1983-1987), se propuso dar a conocer el museo.

A tal fin se programaron rutas, hasta 25, en cumplimiento de las cuales los conservadores del museo recorrieron toda la geografía regional presentando de manera amena y divulgativa el museo y sus colecciones.

Ya con el centro inaugurado, la Asociación de Amigos, ahora bajo la presidencia del arqueólogo Eugenio García Sandoval (1987-1991), se incorpora al programa de actividades del mismo colaborando en la organización de cursillos, conciertos o conferencias.

En la primavera de 1991, asumió la presidencia Carmen Gasset, quien infundiría nueva vitalidad a la asociación, imponiendo además un modelo de gestión más moderno, y consiguiendo nuevas fuentes de financiación que contribuirían a que el colectivo diese el salto definitivo y crease vínculos con grandes proyectos culturales a nivel nacional e internacional.

La llegada de un nuevo y actual presidente, Rafael Mesa Hurtado, no supuso ninguna ruptura aparente en la hoja de ruta fijada por la asociación, que sigue apostando por la divulgación y la difusión.