POR CARMEN HIDALGO

Un pequeño apartamento alquilado en el primer piso de un inmueble en la esquina de la calle Romero Leal y Maestros, con apenas 42 metros cuadrados, fue la primera sede del Centro Regional de Educación de Extremadura. Su creación se debe a un convenio firmado el 29 de noviembre de 1974 entre el rector de la UNED, Juan Díaz, y el alcalde de Mérida, Manuel Sanabria.

El incremento de alumnos y profesores, así como la falta de espacio y carencia de material, propició su traslado a Moreno de Vargas, donde se ubica hoy. De hecho, la ausencia de mobiliario, para lo que se requirió la ayuda de la ciudadanía a través de donaciones, hizo que no se pudiese disponer del edificio hasta el curso 1977/78, el cual se compartió hasta 1998 con la Biblioteca Municipal. En el primer curso académico del año 75 se matricularon 436 extremeños, 286 de la provincia de Badajoz y 150 de Cáceres, y en el año de su 40 aniversario puede presumir de haber formado a más de 30.000 alumnos y casi 4.000 titulados superiores.

En 1996 pasó a denominarse Centro Asociado de la Uned en Mérida, del que dependen siete Aulas Universitarias: Azuaga, Badajoz, Don Benito, Fregenal de la Sierra, Llerena, Puebla de Alcocer, y Villanueva de la Serena. Destaca la formación enfocada a las personas mayores de 25 años mediante el curso de acceso a la Universidad, lo que da cuenta de su importante vocación social apostando por la igualdad de oportunidades.

Cuatro décadas han llevado al centro a experimentar una profunda transformación en métodos, contenidos y estrategias docentes, que se ha materializado en la diversificación de la oferta académica y el uso de las nuevas tecnologías. Para ello, ha sido vital la gestión de quienes han dirigido el centro: Valentín Carrascosa López (1974-2001), Rafael España Fuentes (marzo-septiembre 2001), Julián Morales Navarro (2001-2003), Miguel Padilla Suárez (2003-2012) e Irene Mañas Romero (desde 2012).

En este sentido, admite que parte del reconocimiento del centro, con una vertiente dinamizadora de Mérida y de la región, ha quedado demostrado este año con la propuesta de concesión de la Medalla de Extremadura. Y es que la UNED no ha dejado de reinventarse, llevando a cabo una adaptación sólida y eficaz al plan Bolonia, sino que también se ha configurado como un referente en el desarrollo de plataformas virtuales para la educación.

Los estudiantes deben ser constantes, organizados y disciplinados, pues son requisitos esenciales cuando los estudios se compaginan con la vida laboral y familiar. En la oferta académica juegan un papel fundamental los cursos que complementan las materias de las Enseñanzas Regladas, y además, cabe destacar que la mayoría de los alumnos con diversidad funcional del sistema universitario español eligen esta universidad. Para Mañas, es necesario que el centro apueste por la investigación y la especialización, y al ritmo que va, se le presuponen otros 40 años más ofreciendo una educación de calidad basada en la equidad.