La Confederación Hidrográfica del Guadiana abrió ayer al público la puerta realizada en el acueducto de San Lázaro, un monumento del siglo XVI, que permitirá un paso más fluido entre las barriadas de Santa Catalina y San Luis.

La puerta sustituye a la escalera, que será desmontada hoy y trasladada a las instalaciones municipales de La Algodonera, ya que es propiedad del ayuntamiento. En cuanto al marco que recubre la puerta, de acero, se va a acelerar el proceso de oxidación a base de agua y jabón.

Las obras fueron adjudicadas por un importe de 160.000 euros. Los trabajos comenzaron en agosto del 2005 y han finalizado esta semana, cinco meses antes de lo previsto.

Para la apertura del hueco se ha contado con la colaboración de una empresa especializada en intervenciones en monumentos históricos, como la consolidación del acueducto de Segovia.

Durante las obras aparecieron dentro del muro tres tuberías, una de plomo y dos de cerámica, lo que puede demostrar que el acueducto era en realidad el soporte de las tuberías de un sifón mediante el cual se aprovechaba el agua del antiguo sistema hidráulico romano de Rabo de Buey San Lázaro.

COMPLEJA El ingeniero de la Confederación Hidrográfica del Guadiana, Fernando Aranda, calificó la obra de compleja, "ya que se han tomado todo tipo de precauciones para no romper el acueducto".

Por su parte, el consejero municipal Manuel Balestegui, mostró su satisfacción "por poder unir dos barriadas, ya que supone comodidad para los vecinos y ganar en calidad de vida".

Por otra parte, la asociación de vecinos de Santa Catalina, en un comunicado, aclara que el peso de las gestiones y solicitudes ante las diferentes administraciones y organismos, lo ha llevado a cabo este colectivo, ya que "el equipo de gobierno del PP sólo ha facilitado las licencias de obras", aseguran.

Por contra, agradece la colaboración de la Confederación Hidrográfica del Guadiana, el Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida y del grupo municipal socialista.