La abuela de Las Abadías, Juana de la Rosa Silva, cumplió ayer cien años. Pocos son los que consiguen vivir tanto tiempo y gozan de buena salud. Por este motivo, las asociación de vecinos de su barriada, Virgen de Fátima, le rindió ayer un homenaje al que se sumaron los medios de comunicación y el concejal Alfredo de la Rubia. Además, algunas personalidades conocidas en la ciudad, como el presidente de la Junta, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, le felicitaron también.

Juana nació en Cáceres, pero llegó a Mérida hace ya 70 años, de los que 65 los ha pasado en el barrio de Las abadías. A lo largo de su vida, ha sido testigo de múltiples acontecimientos que han ocurrido en este lugar.

Sus vecinos la conocen porque ha sido una mujer muy trabajadora y activa. "Hasta hace nada, estaba todo el día planchando y limpiando de rodillas, nunca ha usado la fregona. La gente le decía ´ya está la señá Juana con su trapo´", explica su nieta María Méndez, que se encarga de cuidarla desde hace 16 años. Según el hijo más mayor de Juana, José Méndez, el secreto de su madre es precisamente su personalidad "siempre ha tenido mucha energía", explica y añade que no ha conocido a nadie en su familia que haya cumplido tantos años. Quizás estas afirmaciones refuercen la teoría de algunos médicos que dicen que la longevidad se debe en un 75% a los hábitos de vida y sólo en un 25% a los genes.

Anda mucho

En relación a su edad, la mujer se encuentra muy bien, aunque debido a una ambolia que sufrió hace tres años no puede hablar."Pero todavía anda mucho", cuenta su nieta María, quien recuerda que hasta hace pocos años le contaba muchas historias de su vida. "Hablaba mucho de la muerte de su hija y cuenta las anécdotas que le pasaban con su marido, que vendía bombonas".

Por su parte, la familia de Juana también celebró el centenario. Sus cuatro hijos, siete biznietos y otros familiares se reunieron ayer para homenajearla.