En estado de espera. Así se podría definir la situación actual en la que se encuentra el Centro Logístico San Lázaro de Mérida, que sigue sin albergar trabajos de carga y descarga de contenedores después de que el grupo de empresas que operaba en esta terminal, y que están aglutinadas en la entidad Desarrollo Logístico Extremeño S.L., pidiese el pasado mes de diciembre una rescinsión temporal del contrato con la Administradora de Infraestucturas Ferroviarias (Adif). Según informa el responsable del sector ferroviario de CCOO Extremadura, Miguel Fuentes, la terminal de carga continúa sin desarrollar su actividad principal desde que el conglomerado empresarial decidiera cesar los trabajos hace ya cuatro meses para "redefinir su actividad y buscar nuevos clientes para transportar las mercancías". Fuentes sostiene que desde Adif le han indicado que "por ahora no hay novedades", y que los propios trabajadores de la terminal de carga emeritense son conscientes de que "no hay perspectivas de que vaya a producirse ningún cambio en breve". De esta forma, no duda en plantearse el peor de los escenarios posibles: "Todo sigue igual y tememos que al final ni se reactive".

El tiempo previsto para la búsqueda de otros mercados y operadores se extendía hasta los meses de marzo y abril de este año, no obstante, ya se va a cumplir el plazo y la instalación sigue sin reactivar su actividad. La sociedad Desarrollo Logístico Extremeño está presidida por el Ayuntamiento de Mérida y, por ello, este diario ha intentado sin éxito ponerse en contacto con el consistorio para conocer su postura.

La paralización de los trabajos de carga y descarga de contenedores afecta, según Fuentes, a más de 20 trabajadores ferroviarios que en la actualidad "han perdido gran parte de la capacidad de trabajo", por lo que advierte de que "si a la larga no hay un proceso de producción, en torno a 10 o 12 empleados no tendrían funciones suficientes y habría opción de despidos". En este sentido, cabe señalar que hasta el cese de la actividad desde Mérida salían tres trenes semanales con destino a Lisboa, lo que ha ocasionado que ahora los operarios se dediquen principalmente a labores de mantenimiento de "algún que otro tren que va de paso". La inauguración del centro logístico se produjo en marzo de 2014 con la idea de potenciar el transporte de mercancías desde la ciudad.