El acusado de la muerte de un joven en un altercado en un pub de Mérida en 2011 ha reiterado hoy que no dio una patada al fallecido, sino que lo apartó con el pie y que se fue del lugar de los hechos sin conocer el estado de la víctima.

Así lo ha asegurado en el nuevo juicio con jurado que ha comenzado hoy en Mérida después de que el Tribunal Supremo ordenase en abril de 2016 su repetición con un jurado diferente y anulase la condena de cárcel para el procesado que fijó la Audiencia Provincial de Badajoz y ratificó el Tribunal Superior de Justicia (TSJEx).

Según el abogado de la defensa, José Duarte, la anterior sentencia tenía un "defecto procesal" ya que no conseguía rebatir las tesis con las se proponía una prueba pericial que podría demostrar la inocencia del condenado.

Según ha relatado, no se citó entonces para el juicio al Jefe del Servicio de Neurocirugía del hospital Infanta Cristina que realizó la prueba y que sí declarará mañana ante el jurado.

Para el letrado, la acusación hace un planteamiento muy "simplista" puesto que considera que el golpe provocó una hemorragia que desencadenó en el fallecimiento, algo que "científicamente no se sostiene".

"Nunca se ha podido demostrar una lesión congénita o preexistente y, en cualquier caso, los médicos forenses no hicieron una autopsia en condiciones y eso también será cuestionado", ha aclarado.

Asimismo, ha afirmado que el informe realizado ha sido corroborado por otros médicos que tampoco encontraron ningún tipo de lesión en la arteria vertebral y, por tanto, apuntaron a que la muerte fue por causa natural y no traumática.

En el juicio, la acusación pide al tribunal una condena de trece años de cárcel y una indemnización de 125.000 euros para la madre del joven fallecido por delito de homicidio, mientras que la defensa considera que se trata de un delito de lesiones y rechaza la pena.

Los hechos ocurrieron el 11 de junio de 2011 en un local de un centro comercial emeritense con una discusión, que posteriormente continúo en los pasillos de las instalaciones hasta trasladarse a los aparcamientos exteriores de las mismas.

Fue allí donde comenzó la pelea en la que supuestamente el acusado propinó una patada por la nuca a la víctima, que cayó inconsciente al suelo y que murió varios días después tras sufrir una hemorragia intercraneal.

El presunto autor ha declarado que no propinó ninguna patada, sino que trató de apartar al fallecido con el pie y que inmediatamente se fue del lugar porque no quería tener problemas mayores y creía que no había sido nada grave.

Además, ha dicho que quiso visitar al herido cuando supo que estaba en el hospital, aunque sus familiares se lo impidieron para no dificultar más la situación con la familia, y que no se entregó a las autoridades hasta casi el mes de lo ocurrido porque fue cuando sus padres le avisaron de que lo buscaban.

Por su parte, la madre del fallecido ha calificado como una injusticia la repetición del juicio porque un neurocirujano haya dicho que su hijo estaba enfermo y que se iba a morir antes de que le dieran la patada, y ha mostrado su deseo de que "esto se acabe ya" y que si es culpable vaya a la cárcel y pague por sus hechos.