El alcalde Pedro Acedo afirmó ayer que no tenían preavisos en el centro meteorológico de la fuerte tormenta que cayó sobre Mérida durante 10 minutos el domingo a las cinco de la tarde. También indicó que si los hubieran recibido poco se podría haber hecho, "aunque como presidente de Protección Civil se habría llamado rápidamente a más gente y nos hubiéramos puesto en alerta. Pero no hubo ese preaviso. A veces, la meteorología no es controlable", indicó.

No es de la misma opinión el concejal de PSOE, Angel Caballero, quien criticó que un año mas "padecemos la falta de previsión del equipo de gobierno municipal para prevenir las inundaciones".

Sobre lo ocurrido, el Instituto Nacional de Meteorología lo definió como "un fenómeno tormentoso de evolución rápida provocado por cúmulo-limbos embebidos".

El parte de la policía local del domingo refleja casi 30 incidencias en tres horas. La mayoría referidas a desprendimientos del alumbrado público y privado, inundaciones de casas y locales y caída de varios árboles. Además se formaron balsas de aguas en los lugares habituales, como avenida Fernández López, Juan Carlos I o avenida de la Libertad.

El caso más espectacular lo protagonizó un policía local, que rescató a un niño de 19 meses del interior de un vehículo atrapado en el subterráneo de la avenida Juan Carlos I, cuando el coche se llenaba de agua.

Por otra parte, la lluvia que cayó ayer por la mañana obligó a los bomberos a achicar agua en el colegio público Juan XXIII y en un local de la travesía de Francisco de Sales, donde el viento arrancó la chapa del tejado.

Los bomberos también intervinieron en Villafranca de los Barros para sacar agua de un inmueble en la calle Alvarado.