Superado el ecuador de la legislatura, toca hacer balance. El alcalde, Antonio Rodríguez Osuna, destacó ayer la rebaja del paro y la deuda en sus dos años de gestión al frente del ayuntamiento, un periodo «condicionado en todo» por la supervisión del Ministerio de Hacienda y marcado por la «falta de suficiencia financiera», que ha impedido acometer grandes obras pero no dejar de atender a las personas que peor lo están pasando y colocar a Mérida «a la vanguardia de los derechos civiles y sociales».

«Estos dos años han servido para asentar el modelo de ciudad que queremos: más abierta, amable y cercana, con la que se identifican la mayoría de los emeritenses», afirmó Osuna. Como uno de sus principales logros, destacó la rebaja del desempleo, un área sobre la que el ayuntamiento no tiene compentencias directas pero en la que ha actuado «acompañando» a las políticas de la Junta. Así, señaló que se han invertido más de cinco millones en los diferentes planes de empleo y 400.000 euros para programas de apoyo a las empresas y autónomos.

A ello se suma la apertura de nuevos negocios (la concesión de licencias de apertura ha crecido un 10% anual) y los buenos resultados del sector turístico, cuya estacionalidad «se está rompiendo» con eventos culturales a lo largo de todo el año y la promoción de Mérida en Madrid, Sevilla o Lisboa.

Medidas que, en definitiva, han contribuido según Osuna a que el desempleo se sitúe ya por debajo de los niveles de mayo de 2015, pues se ha pasado de los 7.635 parados de entonces a 6.840 en la actualidad. Esta cifra mejora incluso los 6.889 demandantes que se registraban en mayo de 2011, de forma que ya en el ecuador de la legislatura el alcalde da por cumplido el compromiso que adquirió de volver a los datos que dejó el anterior gobierno socialista.

DEUDA / Otro de los aspectos que destacó Osuna es la «austeridad en la gestión», lo que ha permitido rebajar la deuda municipal un 30% en su conjunto (se ha pasado de los 75 millones de junio de 2015 a 54 actualmente) y un 50% en el caso del pago a proveedores (de 14 a 7 millones de euros).

Y todo ello, aseguró, «sin dejar de atender a las personas, que han tenido un papel prioritario en la gestión del gobierno». Como ejemplo, señaló que más de 1.000 familias se han beneficiado de las ayudas para el pago de facturas de agua, electricidad o gas; que se han tramitado más de 1.900 rentas básicas, que se han paralizado 480 desahucios y que se han entregado 75 viviendas sociales.

Como aspecto negativo, el alcalde se refirió al déficit de inversión en infraestructuras, motivado por la «falta de suficiencia económica» del ayuntamiento. Osuna reconoció que en este ámbito «hay muchas deficiencias de todo tipo por cubrir», pero aún así subrayó que se han invertido casi dos millones de los que más de 600.000 euros han ido a las barriadas para obras de acerado, asfalto o parques.

Confió además en que la situación mejore en los próximos años con los 12,5 millones del Plan de Desarrollo Sostenible, que servirán para que Mérida se convierta en una ciudad «sin barreras arquitectónicas y sociales».