Un alumno matriculado en 1º de Bachillerato del Instituto de Educación Secundaria Albarregas de Mérida ha sido detenido por la policía nacional tras presuntamente empujar y amenazar a una profesora durante la clase de Geografía e Historia, un hecho que a su vez ha motivado la apertura de un expediente disciplinario para esclarecer lo ocurrido y tomar «las medidas oportunas».

Según informaron a Europa Press fuentes de la Consejería de Educación y Empleo, la presunta agresión del alumno, que no asistirá al centro educativo mientras se resuelva el expediente, se produjo tras una discusión en el transcurso de una clase a raíz de una petición de la docente. Tras la presunta agresión, el alumno, de 19 años, abandonó el centro, en cuyos alrededores permaneció durante un tiempo hasta que el equipo directivo dio aviso al Cuerpo Nacional de Policía, cuyos efectivos «se han llevado al estudiante» al encontrarse «en una situación de descontrol», según informaron las mismas fuentes.

La Consejería de Educación y Empleo muestra su rechazo ante esta «agresión» y se solidariza con la docente, a la que le recuerda que tiene a su disposición los servicios jurídicos de la Junta de Extremadura. En este sentido, cabe recordar que los profesores están considerados como autoridad pública según la ley de Educación de Extremadura de septiembre de 2011, donde se reconoce al director y a los profesores como autoridad pública, al tiempo que recoge medidas de apoyo y de protección. En este sentido, la consejería recuerda que promueve medidas de prevención para evitar que se produzcan este tipo de sucesos que alteran la convivencia en los centros educativos.

El vicepresidente del sindicato del profesorado extremeño PIDE, Alfredo Aranda, mostró ayer su repulsa ante esta clase de incidentes y ofreció el apoyo del colectivo a la docente. «Los profesores son una autoridad pública y como el alumno ya es adulto podría enfrentarse a un delito», señaló Aranda en declaraciones a este diario. En esta línea, el representante sindical explicó que tras tener conocimiento del suceso, se puso en contacto con el equipo directivo del centro para ofrecerle a la profesora asistencia jurídica gratuita por parte de PIDE.

«Es una pena que se haya producido este incidente en un centro que lleva años trabajando para que hoy en día sea un gran centro», manifestó Aranda. Asimismo, subrayó que lo ocurrido ayer «no deja de ser un hecho puntual y anecdótico, pero una pena que nos sigamos encontrando con este tipo de actitudes».