El secretario general del PSOE de Mérida, Ignacio Sánchez Amor, aseguró ayer que la crisis por la que atraviesa el PP de Mérida, ha estallado al ocupar la candidata popular a la alcaldía, Pilar Vargas, "el lugar en las listas autonómicas que había reclamado para sí el alcalde, Pedro Acedo", y someterse a las directrices regionales, en una "pelea hasta ahora soterrada", indicó.

La polémica surgió nada más conocerse la lista electoral de los populares que acompañan a Vargas en la candidatura. De ella, se han caído la actual edil de Asuntos Sociales, Mari Luz Calvo, que ocupa el puesto 14 pero que ha mostrado su rechazo a formar parte de la misma; y el consejero municipal Miguel Valdés, que ha perdido la confianza en Vargas, ya que no le ha incluido en la lista y, sin embargo, tenía intención de nombrarle de nuevo en el cargo, algo ilógico, a su juicio.

Tras lo sucedido, Sánchez Amor considera que el PP, como organización, "no ha existido en la ciudad desde hace años" y ha sido ocupado "por un conglomerado de intereses políticos, económicos y familiares que se habían hecho con esas siglas".

Todo ello, en opinión del dirigente socialista, ha provocado que Vargas "se encuentra ahora como respuesta con desplantes públicos de los represaliados", en alusión a Calvo y Valdés.

UNION EN EL PSOE El secretario general de los socialistas emeritenses cree que esta crisis no puede volverse contra la ciudad, por lo que defiende "que no puede ser gobernada por quien no puede poner orden ni en su casa". A este respecto, insiste en que el PSOE se ofrece a los emeritenses "para terminar con estos espectáculos y llevar la vida pública de la ciudad por derroteros de normalidad y no de crispación y enfrentamiento".

Para Sánchez Amor, los socialistas han demostrado "ser una fuerza política responsable, unida, capaz y sensata", como lo prueba la selección de candidato y de lista electoral, afirma.