El otoño en la ciudad de Mérida en el año 1904 transcurrió muy tranquilo. Para paliar la maltrecha economía del hospital San Juan de Dios se celebró en su beneficio una obra de teatro en el Ponce de León que organizó el director del manicomio Antonio Fadón Calderón. Los resultados no fueron lo que se esperaba, recaudaron 134,75 pesetas y de gastos 74,95. El total entregado fue cincuenta y nueve pesetas y cinco céntimos.

DESCANSO DOMINICAL La casi totalidad de los comerciantes e industriales de Mérida no aceptaban de buen grado el descanso del derecho dominical antes por el contrario repelen con actos visibles la ley del descanso dominical, más por lo que tiene de antisocial que por lo clerical, y a mi juicio, comentaba un industrial de la época, por ambos aspectos, y esto sin haberse extremado el rigor por la parte de la autoridad .

En Mérida existía el mercado dominical y los industriales y comerciantes esperaban a los forasteros que venían a hacer sus compras el domingo con unos beneficios muy sustanciosos. La ley imperó y el domingo, a pesar de las protestas de comerciantes e industriales, se llevó a efecto.

COMUNIDAD DE LABRADORES El día 20 de octubre de 1904 se reunieron en el salón de actos del ayuntamiento emeritense la Comunidad de Labradores para proceder a la elección del sindicato y del jurado.

El Sindicato quedó constituido de la forma siguiente: presidente Antonio Nogales; vicepresidente, José Pi Caner; tesorero, Urbano Díez ; y vocales Román García de Blanes, Juan Acosta, Perfecto Zancada, Ramón del Río, Bonifacio Jiménez y José Domínguez Rollán.

Del jurado: presidente Francisco Montes; vicepresidente José del Río Pérez; y vocales Juan Contreras, Juan Pérez, Marcelino Delgado, Faustino Fernández, Lucas Morales, y Miguel Nogales Toresanos.

El día 3 de octubre de 1904 se abrieron en la sociedad del Liceo las clases de Solfeo, Piano, Instrumentos musicales, Aritmética y Francés, cuyos profesores fueron Castor Espadiña para las tres primeras asignaturas y Pérez Apolo y Font para las dos últimas. Se abrió una matrícula gratuita para 20 alumnos en las clases de Solfeo e Instrumentos Musicales, siempre que los matriculados prestaran su colaboración en la creación de la Orquesta del Liceo . Las otras sociedades como el Círculo Emeritense, La Tercia y el Disloque tenian como principal objetivo los bailes dominicales. La Banda Municipal de Música del ayuntamiento emeritense, que daban conciertos en la Plaza de la Constitución, hoy de España, transcurría tranquilo y sin el más mínimo altercado el otoño emeritenses de hace cien años.

LA ESCRITORA En repetidas ocasiones hemos aludido a la joven escritora Ana Finch que en el mes de octubre escribió varios artículos y propició que se iniciaran los pasos correspondientes para celebrar los Juegos Florales el día de la patrona. No se llevó a efecto hasta 1922 cuya reina fue María del Carmen García de Blanes Pacheco, la madre de Luis García de la Puente y García de Blanes, y en 1975 su hija María del Carmen García de la Puente Galván. Pero, Ana Finch sembró la semilla y le contestó y animó Antonio Garfia desde Aroche. Dice: ¿Ana Fich es una bellísima joven, una adolescente que frisa en la edad florida de la diez y nueve primaveras; hermosa edad llena de encantadora poesía y atrevidas ilusiones...; de talle esbelto, rostro ovalado, tez blanquecina, ojos garzos, grandes y rasgados, blonda, abundante y castaña cabellera y, en conjunto, un hermoso y acabado tipo que nos rememora la dominación árabe en España. Vino al mundo en la Augusta Emérita .

Sigue describiendo con todo lujo de detalles su persona y pocos días después la escribe Enrique Crespo Ramírez, profesor del colegio Santa Ana, era de Zafra, que cuenta como era física e intelectualmente. Ana Finch fue una mujer de su tiempo que tuvo en Mérida 22 hijos, vivieron 18, de las que 17 eran hembras. Las Martínez . Personaje a recuperar por los investigadores.