En el año 2000 escribió su primer artículo sobre Santa Eulalia para la revista Eulalia y desde entonces no ha cejado en su empeño de investigar la figura de la patrona emeritense para acercar su conocimiento a la sociedad. Antonio Mateos Martín acaba de publicar su cuarto libro, titulado Mérida, la basílica de Santa Eulalia y Pelayo Pérez Correa, con el que sigue profundizando acerca de la materia eulaliense y su vínculo con la ciudad de Mérida, además de recoger un apéndice dedicado a la historia de la Asociación de la Virgen y Mártir Santa Eulalia con motivo de la celebración del 750 aniversario de su fundación.

-¿El emeritense conoce lo suficiente la figura de la patrona?

-Por parte de los emeritenses existe mucho desconocimiento sobre la figura de Santa Eulalia. La figura de Santa Eulalia no está divulgada hasta el extremo de que hay muchísima gente que la confunden con la Virgen María. Lo que sí es cierto es que la figura de Santa Eulalia atrae a mucha gente en el Trecenario y que, sobre todo, necesita un gran compromiso de los emeritenses. Don Antonio Bellido hizo una labor tremenda porque le dio un contenido diferente al Trecenario de Santa Eulalia. Como curiosidad, el primer trecenario es del año 1834 y se hace a imitación del que ya se hacía para la Santa Eulalia de Barcelona.

-¿Considera que ha cambiado la devoción hacia Santa Eulalia?

-Lo que aprecio es que en las procesiones de Santa Eulalia y durante el Trecenario sí que hay mucho apoyo hacia la patrona, pero luego lo que veo es que la cantidad de gente que en los años 60-80 pertenecían a la asociación ya no pertenecen. De hecho, en la actualidad hay muy poca gente que pertenezca a la asociación.

-¿Cómo valora el trabajo que desarrollan desde la asociación?

-La actual junta directiva está haciendo una labor importantísima porque la asociación está plenamente integrada, tanto en la parroquia como en la diócesis. La asociación está haciendo gran cantidad de acciones para obras de caridad, culturales e incluso está sacando a Santa Eulalia a otras poblaciones para acercarla a los jóvenes. Recuerdo que a través de un blog lancé la idea de porqué Santa Eulalia no podría ser la patrona de la juventud de España, incluso de la Iglesia Católica. Aquello puso descompuesto a un cura pero don Santiago García Aracil, que era muy poco emeritense, cogió el guante y en menos de dos años Santa Eulalia era patrona de la juventud de la Archidiócesis. En la asociación veníamos trabajando también en la proclamación de la iglesia de Santa Eulalia como basílica menor y al poco tiempo también se consiguió. Que el Papa dé estas distinciones es muy difícil.

-¿Qué opinión le merece que se promuevan peregrinaciones?

-Desde la asociación también se está trabajando en ello con las peregrinaciones que están realizando a las distintas poblaciones eulalienses de España y en Italia, además de para traer peregrinaciones a la iglesia de Santa Eualalia. La iglesia fue hasta la invasión musulmana el centro de peregrinaciones del norte de África, de toda España y de Francia.

-En su cuarto libro sobre Santa Eulalia, ¿qué aporta al lector?

-La primera parte del libro puede estar un poco más enfocada para los historiadores, pero el apéndice puede aportar a los emeritenses muchos datos nuevos sobre enigmas y cuestiones que desconocen sobre la patrona. En este trabajo me baso fundamentalmente en los estudios de Manuel López Fernández, en las excavaciones de Pedro Mateos Cruz y en las de Miguel Alba. Quienes más me han ayudado para realizar estas investigaciones no han sido las fuentes españolas, sino las francesas y las norteamericanas porque el concepto que ellos tienen es muy superior al del español.