El cuerpo sin vida de un hombre apareció ayer flotando en el río Guadiana a su paso por Mérida. El cadáver, que se encontraba en avanzado estado de descomposición, fue encontrado sobre las diez y media de la mañana por trabajadores de Tragsa, la empresa encargada de realizar los trabajos de retirada del camalote. Cabe destacar que por el momento se desconocen las causas del fallecimiento y la identidad de la persona, ya que al cierre de esta edición aún no habían trascendido los resultados de la autopsia que se le estaba realizando al cuerpo en la tarde de ayer.

Los operarios de la empresa localizaron el cuerpo entre el camalote mientras realizaban sus labores, a unos 30 metros de la orilla. Esta zona del río se encuentra junto a la carretera de Alange, a la altura de la empresa Casamayor, a unos dos kilómetros de distancia de la ciudad. Según informaron a este diario fuentes próximas a la investigación, el hombre podría tener unos 50 años, sin embargo, el mal estado en que se encontraba el cuerpo dificultaba conocer la edad del fallecido con mayor exactitud.

En esta línea, las mismas fuentes indicaron que el hecho de que el cadáver se localizara en el río no ayudaba tampoco a aclarar en primera instancia la procedencia del fallecido, aunque apuntaron que la corriente del cauce iba de Alange en dirección a Mérida.

Cuando los operarios dieron el aviso del hallazgo al centro de urgencias y emergencias 112 de Extremadura, hasta el lugar del suceso se desplazaron los servicios de emergencia, los bomberos, así como varios efectivos de la policía local y de la policía nacional.

Una pareja de agentes de la policía nacional fue quien se desplazó en una barca de los operarios de Tragsa hasta el cuerpo sin vida del hombre para trasladarlo hasta la orilla del río, donde permaneció en el suelo hasta que sobre las doce y media se produjo el levantamiento del cadáver por parte de la autoridad judicial. Según informaron fuentes de la Delegación del Gobierno, el cuerpo fue trasladado al Instituto Anatómico Forense de Badajoz para practicarle la autopsia en aras de poder identificar al fallecido. Se ha abierto una investigación para aclarar las causas de la muerte, ya que de momento sigue sin descartarse ninguna hipótesis.