La compañía de seguros no avisó a los responsables del cementerio que el féretro de J.S.R., de 66 años, era más ancho de lo normal y, por tanto, no podía entrar en el nicho. "lo único que nos dijeron era que pesaba mucho y que sí podíamos ponerlo en el primero piso en vez de en el cuarto. Si avisan lo hubiéramos preparado", señalan desde la Concejalía de Cementerio, que han pedido disculpas "por el mal trago que pasó la familia".

También defienden que la anchura de los nichos cumple el reglamento de Policía Mortuoria de 1972 y que para los nuevos que se hagan ya se aplicará la normativa del 2002, que prevé que los huecos sean más anchos.

Por otra parte, la familia de la difunta no podrá ninguna denuncia, "solo queremos que no vuelva a ocurrir", afirman.