La Comisión Regional de Urbanismo ha dado vía libre a la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para proceder a la redelimitación del perímetro del sector de la finca Don Tello. Los trámites administrativos se iniciaron ayer con la publicación, en el Diario Oficial de Extremadura (DOE), de la resolución del 8 de enero del consejero de Fomento con la nueva ficha del proyecto urbanístico que se va a desarrollar en el campo de golf Don Tello, situado a diez kilómetros de Mérida.

Así, el área residencial tendrá un total de 952 viviendas en 173 hectáreas, y 238 casas estarán sometidas a algún régimen de protección. Además, 5.000 metros cuadrados deberán se destinados para usos educativos.

Los objetivos del proyecto son los de crear una urbanización de baja densidad con instalaciones deportivas, campos de golf y equipamientos privados complementarios.

En la nueva ficha se señala que la margen izquierda del río Guadiana, donde estaban previstas algunas instalaciones, se deja fuera de la actuación. El plazo máximo para desarrollar el plan será de 10 años.

También se deberá reservar suelo para levantar infraestructuras que permitan instalar una depuradora de aguas residuales y una potabilizadora, así como depósitos para almacenar agua.

La conexión con la carretera de Alange se hará a través de una rotonda de nueva construcción. El mantenimiento de la urbanización será privado.

Las viviendas serán unifamiliares, adosadas y en bloques. La densidad media es de seis por hectárea. Además se ha descartado la construcción de grandes chalets en amplias parcelas.

TRASLADO DEL HIPICO El proyecto incluye también el traslado de la zona hípica al interior del recinto del Don Tello, una zona comercial, un club social y un restaurante. Unos lagos y un riachuelo adornarán el entorno, que seguirá conservando el ecosistema de dehesa.

El expediente para hacer una zona residencial en Don Tello es uno de los más largo que se tramita en el consistorio, donde se inició en 1991, cuando los promotores quisieron acogerse a la ley de Oferta Turística Complementaria, más conocida como la ley de los Campos de Golf, pero no pudo porque los promotores pidieron a la Junta que no les obligaran a hacer un hotel con más de 100 habitaciones.

Mientras, se hizo un campo de golf de nueve hoyos y un club social y el proceso se volvió a retomar en 1995. Pero un error en los límites de la zona residencial, que invadía otra parcela, volvió a parar el expediente.