El pleno municipal aprobó ayer, con los votos del PSOE -los concejales del PP no votaron-, el plan de saneamiento que permitirá al ayuntamiento pedir un crédito por valor de 11,5 millones de euros, que se destinarán a pagar las facturas que el consistorio tiene pendientes con pequeñas empresas y autónomos de la ciudad, en algunos casos desde 2003, y contraídas hasta el 31 de diciembre del 2008.

Hoy está prevista la formalización de las operaciones, acogidas al Real decreto Ley 5/2009 aprobado por el Gobierno central para ayudar a las pequeñas empresas a cobrar las facturas que les deben los ayuntamientos, como medida para superar la crisis.

Desde mañana mismo y a lo largo de la próxima semana se producirán los ingresos, que se realizarán por orden de antigüedad, según remarcó el alcalde. La delegada de Hacienda, Mercedes Moyano, explicó el contenido del plan de saneamiento -sobre el que ya informó ayer este diario-. En el debate posterior, la portavoz del Grupo Popular, Pilar Vargas, acusó al Gobierno de Calle de tener que recurrir a este nuevo préstamo por su mala gestión económica, especialmente por la carga que supone la adquisición de la Ciudad Deportiva. En esta línea, a través de una enmienda, propuso que su gestión pase a manos privadas para evitar recortes en el gasto destinado a las ayudas a asociaciones.

En la réplica, la concejala Estrella Gordillo subrayó que el plan no supondrá la subida de impuestos, como había sugerido Vargas, ni tampoco recortes a las políticas sociales, y subrayó que el ayuntamiento tiene que recurrir a este préstamo porque ha tenido que pagar 12 millones de euros en dos años de obras que el anterior gobierno, el del PP, dejó sin pagar.