El Ayuntamiento de Mérida paga casi 800.000 euros (131 millones de pesetas) solo en concepto de intereses por los créditos bancarios a largo plazo, a los que se deben añadir los que se crean por los préstamos a corto plazo. A 1 de enero del 2008 --últimos datos facilitados por el consistorio-- la deuda a largo plazo que el ayuntamiento tenía con las entidades bancarias era de 16,4 millones de euros, más otros 9 millones a corto plazo; lo que genera un capital pendiente de amortizar por parte del consistorio de 25 millones de euros.

La mayor parte de esta deuda es consecuencia de préstamos solicitados por el anterior equipo de gobierno, según se apunta desde el actual, que propone una refinanciación a largo plazo de todas estas operaciones de crédito, para afrontar la deuda en un periodo de tiempo más prolongado y facilitar los pagos con más desahogo, pese a que crezcan los intereses.

El ayuntamiento tiene deudas pendientes a largo plazo con ocho bancos. Así, al BBVA se le adeuda a fecha 1 de enero del 2008 algo más de 2,5 millones de euros; al BCL (Banco de Crédito Local), casi 4.344.000 euros; a Caixa Catalunya, 17.600 euros; a Caja Madrid, 1.877.277 euros; a Caja Sur, 284.276 euros; a La Caxa, 1.712; a Caja de Badajoz, 310.966; y al BSCH, 7.043.000 euros.

PROPUESTA. Ante la crisis actual y para evitar tanto gasto del ayuntamiento en el pago de estas deudas, el gobierno municipal negociará con todos estos bancos medidas para la refinanciación a largo plazo de estas operaciones. Pretende refinanciar el saldo pendiente de reembolso de los distintos préstamos con un coeficiente de reducción del 35% en las cuotas de amortización anuales. Actualmente, esa amortización alcanza los 1,3 millones de euros. Con la propuesta, la reducción anual del 35% supondría pagar 866.800 euros y tener un crédito disponible de 466.700 euros.

Esto, según el ayuntamiento, aunque se incrementase el período de duración del préstamo, supondría un ahorro presupuestario anual.

La medida se encuadra dentro del plan de saneamiento económico elaborado por el equipo de gobierno para los años 2009, 2010 y 2011 con el objetivo de conseguir el equilibrio presupuestario entre los ingresos y los gastos y gestionar mejor el consistorio.

Las últimas cifras oficiales del ayuntamiento sobre estabilidad presupuestaria reflejan que el desequilibrio presupuestario; es decir, la diferencia entre lo que el consistorio ingresa y lo que gasta, ha generado un déficit de 9,8 millones de euros en las arcas municipales.