Durante el pasado año, los servicios administrativos del ayuntamientos tramitaron unas 400 sanciones por incumplimiento de algunas de las ordenanzas municipales. De entre ellas, destacan las 16 multas interpuesta por venta ambulante, no tanto por su número sino por su cuantía, ya que son de 1.500 euros cada una.

A la venta ambulante se le ha aplicado la ordenanza de Mercadillos. Los principales focos de esta práctica se encuentran en la barriada de la Antigua, en los alrededores del mercado semanal de los martes, en la Rambla y en la plaza de Pizarro.

También resaltan las sanciones por recogida de coches abandonados en la vía pública, la mayoría de ellas puestas por agentes de la Guardia Civil, cerca de 50. La cuantía de las mismas es de 601 euros. Los vehículos se llevan al depósito municipal de la Algodonera y si nadie los reclama se envían al desguace.

Otra actividad que también ha sido penada es la de tener perros sueltos, no censados o peligrosos. La multa fue de 150 euros. En este apartado se incluye una sobre maltrato de animales.

REGISTRO En el registro de expedientes sancionadores se incluyen las infracciones contra la ordenanza de convivencia ciudadana, norma municipal aprobada para intentar frenar el vandalismo. A través de ella se han abierto expedientes por explotar petardos, hacer fuego, dañar papeleras, quemar mobiliario urbano, pegar carteles, romper equipamientos, bañarse en fuentes públicas o hacer pintadas.

Se da la circunstancia que que ocho personas multadas en aplicación de esta ordenanza eludieron pagar la multa a través de la realización de trabajos en favor de la comunidad, una prerrogativa de la norma.