La Empresa Municipal de Transportes Urbanos cerró el año 2005 con un déficit de casi 72.000 euros pese a contar con un fondo de reserva de 103.187 euros. El presidente de la entidad, el concejal Manuel Gámez, y el gerente de la misma, Prudencio González, argumentaron ayer que prefieren seguir con pérdidas antes de utilizar ese dinero, pese a que "si se hubiera tocado ese fondo propio no hubiera habido déficit", reconocen. Sin embargo, la gestión es criticada por el PSOE, que ha denunciado la falta de transparencia de estos dirigentes a la hora de informar a cerca de las causas de esas pérdidas económicas y de otras relacionadas con el despido de trabajadores y el uso de cámaras de vigilancia en los autobuses.

La empresa contó el pasado año con una subvención del ayuntamiento de 1.273.709 euros, lo que fue fundamental para garantizar el pago a los trabajadores pese a ser una entidad deficitaria y cuyos directivos prefieren mantener ese fondo de reserva. En todo caso, los ingresos alcanzaron los 756.769 euros (casi 75.000 más que en el año 2004), mientras que los gastos se acercaron a los 830.000 euros.

Las razones dadas por Gámez para argumentar ese déficit es que "la empresa va ampliándose con nuevos autobuses, más recorridos y paradas", aunque indicó que la entidad "va teniendo más liquidez". Todo eso, teniendo en cuenta, señaló, que el precio del billete de autobús se mantiene, y lo seguirá haciendo este año. Para que la empresa fuera rentable, explicó, "el billete debería costar casi 4 euros, pero preferimos que los ciudadanos utilicen cada vez más el transporte público". El PSOE, sin embargo, prefiere que suba el coste del servicio, pero todas las empresas de transportes municipales son poco rentables, comentó.

PRIVATIZACION Otra de las cuestiones polémicas es si la empresa se va a privatizar o no. A este respecto, Gámez insistió en que "al día de hoy no se va a privatizar", aunque no descarta que pueda suceder más adelante.

El PSOE sospecha que Transportes Urbanos pasará pronto a manos privadas. Según el concejal Juan Carlos Escudero, la gestión municipal de la entidad es mala, y denunció que no se va a abrir el bar de la miniestación del Paseo de Roma, que las cámaras de video instaladas en los autobuses se han comprado a la empresa Ingesal de Badajoz --que custodia las cintas--, y que el despido de algunos trabajadores se ha realizado "en base a su expediente personal", según los dirigentes de la empresa, indicó.