El alcalde se comprometió ayer a no revisar "lo más mínimo" ninguna tasa municipal durante el próximo año al entender que la situación económica de los ciudadanos "no lo permite". Es decir, que no van a subir las cuotas de la basura, del agua o del impuesto de rodaje de los vehículos a motor, los vados de los garajes, los precios públicos del Conservatorio de Música o el billete del autobús. Angel Calle dio entrada de esta forma a un nuevo capítulo en el enfrentamiento con motivo de la revisión del catastro.

"En la situación actual ni se debe ni se puede elevar la presión fiscal", comentó en la presentación de las obras de la naves a precio económico que se van a construir en el polígono industrial. En su intervención respondió a la propuesta del portavoz del PP de poner en marcha un "catastro social" que beneficie a quienes menos recursos tengan, y en este sentido, tras consultar a los técnicos municipales, comentó que la ley no contempla ninguna referencia a la posibilidad de aplicar reducciones de estas características. En su opinión, es una iniciativa que surge "de la ignorancia" y de las intenciones de Fernando Molina por generar "alarma social".

Sin embargo el edil del PP se reafirmó en su propuesta, y comentó que esta figura ya existe en otras ciudades del país, aunque no citó ninguna. La delegada de Hacienda, Mercedes Moyano, ratificó que el ayuntamiento está acogido a todas las bonificaciones que la ley permite.