El alcalde, Angel Calle, dio ayer un plazo de un mes a la empresa Extremeña de Grasas para corregir las deficiencias del informe técnico y si es cierto que los olores se minimizan. Si eso no es así, la empresa tendrá que proceder a su clausura.

La medida ya ha sido comunicada al responsable de la empresa y al presidente de la asociación de vecinos de la urbanización El Prado, la principal afectada por los olores, que han aceptado la resolución. Según el informe del letrado municipal, al alcalde le corresponde la inspección de la fábrica y la obligación de controlarla.

INFORME En cuanto al informe técnico elaborado por la empresa para minimizar los olores y que ahora debe cumplir, como ayer adelantó el Periódico Extremadura, contiene cinco puntos. En resumen son que se traerán a la fábrica los desperdicios procedentes de sacrificios recién realizados; rechazarán la mercancía que contenga grasas con más de 12 grados de acidez oleica; pondrán un sistema de seguridad que interrumpa el proceso de producción en caso de malos olores y colocarán extractores desde las tolvas al termodectructor para eliminar los olores.

Por su parte, el informe elaborado por el ingeniero municipal que visitó la fábrica el lunes por la noche para comprobar el estado indica que "los olores que se pueden producir en la fabricación por estos conceptos son mínimos y propios de cualquier empresa de este tipo".

Sobre el informe presentado por la empresa, el ingeniero municipal señala, tras analizarlo, que "con estas medidas se minimizan los olores que produce la factoría, haciendo hincapié que será totalmente imposible eliminarlos en la totalidad".