En el corazón emeritense se encuentra ubicada una de las vías más célebres de la historia de la movida extremeña, la mítica calle John Lennon. Echando atrás la mirada recordarán las noches de fiesta y conciertos en sus numerosos locales. A finales de los años 80 llegó a contar con más de 40 establecimientos abiertos en apenas unos metros. Con el transcurrir del tiempo, esta calle se ha convertido en una más de la ciudad y los bares y pubs nocturnos se han transformado en pequeños comercios locales, en los que sus propietarios luchan cada día para no caer en el olvido.

Así, Alejandro Pirrongelli, dueño de una pequeña óptica en el centro de la vía, llamada Visión 2000, muestra su desencanto con la situación económica actual, "de enero a abril se notó un pequeño cambio, sin embargo en estos tres últimos meses las ventas han caído mucho". Además, índica que "el cliente busca solamente las ofertas en promoción y los productos más baratos". También muestra su inconformidad con el trabajo realizado por el Gobierno local. Dice que "no ha hecho nada para incentivar el comercio en la localidad" y añade que a los comerciantes les "acribillan" con impuestos. "No quiero que nos den dinero sino simplemente que quiten gastos", afirma.

Unos pasos adelante se encuentra Muebles Currito, una tienda que cuenta con más de 40 años de experiencia en el sector del mueble y la decoración. "El nivel de ventas se encuentra estabilizado pero no se nota la mejoría que reflejan los informes", dice el propietario, Juan Manuel Martín Pérez. Por otro lado, cree que "el Gobierno local no tiene en sus manos la posibilidad de arreglar esta situación, sino más bien el nacional". Además, destaca "que los bancos y las empresas financieras deberían prestar más dinero para solventar esta pérdida del consumo". "En resumen, no se ve mejoría", culmina.

Justo en el extremo opuesto de la vía se sitúa El Horno del Castellano una panadería-pastelería regentada por Angel Uro Rodríguez. El empresario declara que "el verano está siendo mucho más parado que el invierno". Cuenta que "apenas transita gente por la calle desde las dos y media hasta las ocho y media de la tarde". Sin embargo, espera que esta tendencia cambie con el Festival de Teatro "por los actores que salen en la tele". Por último, también manifiesta su preocupación por la falta de iniciativa del consistorio local "con el patrimonio histórico y cultural que tiene la localidad de Mérida, el ayuntamiento no hace nada para promocionar los comercios locales", dice.