El ayuntamiento está revisando el callejero para incorporar las vías de las nuevas urbanizaciones y para actualizar la numeración de todas la calles, especialmente en la barriadas más antiguas de la ciudad, que es donde más cambios se han producido en este sentido desde el año 1986, fecha en la que se realizó el último ajuste.

Trabajadores del ayuntamiento llevan meses recorriendo todas las calles de la ciudad para comprobar si tienen indicado su nombre y si la numeración es la correcta. Ya ha comenzado la colocación de las placas identificativas en dos zonas nuevas en la ciudad, la urbanización de Los Salesianos y el residencial de El Prado. Pronto comenzarán los trabajos en otra más antigua, la barriada de San Juan. En estas zonas se han instalado --o lo están haciendo-- un total de 170 placas, y se está a la espera de recibir otras 190 ya encargadas.

Actualmente el callejero cuenta con 850 calles. Según los datos del servicio municipal encargado de este asunto, son cien más que las que había en el año 2004 y casi 140 que en el año 2000. En 1984 había 541.

Esta revisión era una "urgente necesidad" para el consistorio emeritense, según declaró ayer la concejala de Urbanismo, Estrella Gordillo, debido a que después de 24 años sin un completo reajuste se encontraba muy desactualizado. Una vez teminado el proceso el callejero ofrecerá una fotografía más próxima a la realidad sobre las viviendas y locales de la ciudad, con los efectos que ello tiene para la recaudación tributaria municipal y para otros organismos, como el Catastro.

Habrá propietarios que se vean afectados por esta revisión a efectos postales, debido al cambio en el número de las viviendas. En cualquier caso, todos los vecinos que sufran un cambio recibirán una notificación en la que se les advierta la modificación y su nuevo número. El proceso será paulatino, por zonas y siempre en coordinación con correos y con la colaboración de otros agentes, como pueden ser los administradores de fincas.

Estrella Gordillo avanzó que va a encargar la elaboración de una base de datos común a todos los servicios municipales, no solo al callejero, sino también al servicio de renta y al de estadística.

La delegada de Urbanismo solicitó la colaboración de los ciudadanos para completar con éxito el trabajo de identificación de las calles. Así, dijo, se ha dado el caso de vecinos de nuevas zonas de la ciudad que reclamaban placas identificativas para sus calles y que, posteriormente, al llegar los operarios a la zona, hay vecinos que se muestran reacios a que coloquen las placas en las fachadas de sus propiedades.