La empresa municipal de transportes ha implantado ya en todos los autobuses urbanos el sistema de cámaras de televisión. A través de un circuito cerrado, las cámaras van grabando el interior de los vehículos. El objetivo es aumentar la seguridad al tiempo que servirá para evitar que algunos usuarios utilicen el transporte público sin pagar. Sin embargo, hay más viajeros en contra que a favor.

Así, Manuela Campos asegura que la medida "me parece muy mal. Es un ataque a la intimidad y me siento molesta. Cojo el autobús porque no tengo más remedio", afirma.

De la misma opinión es María Domínguez, que ve la instalación de cámaras grabadoras como "un absurdo. Como sigamos así nos van a grabar hasta en el baño. No me agrada ni me parece lógico", subrayó.

Pedro Murillo, otro usuario, plantea un problema, "yo estoy soltero, pero ¿y si estuviera casado y entro en el autobús con una mujer que no fuera mi esposa?, se preguntó. A nadie le interesa. ¿Y qué hacen con la cinta grabada. Y si la trucan y la pasan por internet?", se interesó también.

Por su parte, Juana Juez manifestó que es "estupendo, por seguridad. Nunca he visto que pasara nada, pero puede que algún día suceda", afirmó.