El Consorcio de la ciudad monumental realizará este año una nueva campaña de excavaciones en el recinto del teatro romano que servirán para elaborar y redactar luego la documentación sobre distintas cuestiones arqueológicas y la restitución de otra pequeña parte de la historia del monumento más emblemático de la ciudad. Así aparece recogido en el último boletín Foro , que edita esta entidad.

Esta actuación es continuación del proyecto iniciado a finales del 2006 y que, según se dijo entonces, se prolongará hasta el próximo año. El objetivo es saber la fecha exacta de su construcción, las reformas que ha sufrido, la relación con otros monumento o su inserción dentro del recinto urbano Emerita Augusta.

Las intervenciones realizadas en el 2007 se han centrado en dos espacios de gran importancia para la comprensión de la distribución espacial del teatro y las dinámicas de ocupación del edificio a partir de su construcción. Según esta publicación del Consorcio, las excavaciones realizadas a ambos lados de la escena --denominados versuare -- "obligan a reconsiderar nuevamente los procesos de construcción, ocupación y transformación de las mismas".

PRIMERAS CONCLUSIONES En la versura oriental se han documentado unas estructuras que modifican y amplian la idea de espacio homogéneo que se tenía hasta la actualidad. La posibilidad de reexcavar esta zona previamente estudiada "ha permitido ilustrar la complejidad de las informaciones contenidas en los últimos contextos arqueológicos dejados intactos a partir de las excavaciones arqueológicas en el teatro, empezadas en el año 1910", se puede leer en el boletín.

En aquel momento se excavó a principios del siglo XX, con una metodología muy determinada, propia de la época, y rápidamente se restauró en los años 30 y en los 60.

Además, en esta zona se han hallado canalizaciones de este siglo y estructuras que confirman la idea de que en el siglo I el acceso al teatro desde la ciudad era distinto al que nosotros vemos ahora. Así, inicialmente había un pórtico que luego fue sustituido por otras estructuras, lo que se debe a que todos los edificios se transforman a lo largo del tiempo y las exigencias también. También se han encontrado cloacas para el desagüe de las aguas sucias del edificio hacia las conducciones subterráneas que daban al río y se ha confirmado que también había en el siglo I un pórtico de entrada de los espectadores.

El panorama cambia en el sector occidental, donde las intervenciones han descubierto que había un espacio abierto al que se accedía desde un pórtico, utilizado, en el lado oeste, durante toda la historia del teatro, hasta la ocupación debida a la edificación de la llamada casa-basílica.

En las fases anteriores, documentadas bajo una amplia plataforma de cal se han recuperado abundantes restos de una cloaca de ladrillo, destruida, en una época "todavía sin precisar" por la construcción de una segunda canalización de mampostería a las que se añaden una serie de pequeñas conducciones secundarias situadas en el lado oeste del área excavada.

Todas estas intervenciones se realizan en el ámbito del proyecto El teatro y el anfiteatro de Augusta Emerita: Documentación, investigación y presentación de dos edificios de espectáculo de época romana" , financiado por la Junta.