Carcesa prevé elevar sus ventas un 12,7% este año, hasta 140,3 millones de euros, tras cerrar el pasado ejercicio con una facturación de 124,5 millones, un 30,8% superior.

La filial del grupo de la familia Ruiz Mateos, que compró la planta emeritense, junto a las de Don Benito y Montijo, achacó el incremento de las ventas durante el pasado año al esfuerzo realizado para potenciar las marcas a través de "agresivos" planes industriales, comerciales y de márketing.

Entre las principales líneas estratégicas destacan la fuerte apuesta por la comercialización en Portugal de toda la gama de las marcas de Carcesa, entre ellas Apis y Fruco, adaptando las referencias al país luso.