La Asociación del Carnaval Romano está ultimando su celebración. Se ha presentado después de Navidad sin darnos cuenta. Al mismo tiempo que se entonaban villancicos se hacían letras y se ensayaban los pasacalles. Algunas letras subidas de tono, como es habitual en estas celebraciones. Las murgas y comparsas han conseguido, después de una bajada preocupante, su resurrección.

En las primeras ediciones se llegó a comparar con los mejores carnavales del país y vinieron pregoneros como Xavier Domingo, Carlos Herrera, Ramoncín, Antonio Mercero, que fue el mejor de todos, Serrat y otros muchos personajes del mundo de la farándula.

Se hicieron programas nacionales en radio y televisión. Se sacaban los más estrafalarios trajes de los baúles y las tiendas vendieron sus existencias. Todo servía. Hasta el mismo presidente de la Junta lo celebraba en compañía de su consejo de gobierno. Su mujer se vestía de máscara y asistía, como una emeritense más, a estas festividades. ¿Qué pasó?, no estaría mal que la Asociación del Carnaval analizara las consecuencias de tal situación. Los actuales componentes han recuperado una tradición que era todo un espectáculo.

Hace cien años, en 1905, cuentan las crónicas que todo fue muy especial y que el Círculo Emeritense, El Círculo de Artesano, El Liceo y el Disloque estuvieron a la altura de los mejores carnavales. Un sobresaliente cum laude a los componentes de este Carnaval, no sólo a la asociación, sino a todos los comparsistas, mayores y jóvenes que han conseguido mantenerlo vivo.