El Centro de Drogodependencias de Extremadura (Cedex) en Mérida atiende en la actualidad a unas 300 personas, a las que ayuda para que dejen su adicción, sobre todo de drogas duras como cocaína, heroína y cannabis, a través de diversos programas de atención individualizada. Una vez aquí, se analiza la situación de cada paciente y, según la misma, se les aplica distintos programas, tales como el de antitabaco, libre de droga, mantenimiento con metadona, reducción del daño, desintoxicación farmacológica, y mediante naltrexona; éste último para evitar recaídas una vez tratados.

La directora del centro, Magdalena Rodríguez, explica que la mayor parte de los pacientes que tratan son politoxicómanos, que acuden por su propia voluntad, y que son atendidos por un médico, una ATS, un psicólogo y una trabajadora social. De todos ello, "hay una prevalencia bastante alta de personas abstinentes una vez que pasan por aquí".

Además, advierte de que a raíz de la práctica de botellones , "la gente empieza a beber a una edad muy temprana, por lo que también trabajamos con otras entidades la prevención". Asimismo, reitera que en este tipo de encuentro juveniles no solamente se consume alcohol, sino que también otro tipo de sustancias, con lo que en próximos años, muchos de esos jóvenes podrían pasar por este centro.

Sin embargo, la media de edad de los usuarios tratados supera los 30 años, aunque María de los Angeles Piriz, médico del centro, señala que "la petición de ayuda de los jóvenes se inicia por consumir alcohol, cocaína o heroína. Es muy difícil que venga alguien de 19 o 20 años para dejar el tabaco, sino que consumen otra droga y luego quieren dejar de fumar".