La decisión de la oenegé Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) de cerrar el centro de acogida de refugiados de la calle Suárez Somonte, el único en toda Extremadura, es firme. La única posibilidad que tiene para continuar la andadura que inició hace más de una década pasa por la acogida de inmigrantes menores de edad procedentes de Canarias. Por el momento se trata solo de una posibilidad y, aunque cuenta con el apoyo de la secretaria de Estado de Inmigración y Emigración, Anna Terrón, aún es necesario un acuerdo al más alto nivel entre los gobiernos autonómicos extremeño y canario.

Así lo indicó ayer el alcalde, Angel Calle, quien mantuvo una reunión con el secretario general de CEAR, Alfredo Abad, y con la presidenta nacional de la Comisión, María Jesús Arzuaga, quienes presentaron las perspectivas de futuro en la ciudad de este colectivo que tiene un ERE en marcha. Si finalmente no fructifica la posibilidad de acoger menores de edad, la propuesta de los dirigentes de CEAR se fundamenta en mantener abierta una delegación del colectivo desde la que prestar los servicios actuales como oficina de atención a los inmigrantes. En este caso, además del traslado --probablemente al macrocentro de acogida construido en Getafe-- de los 26 refugiados que actualmente ocupan estas instalaciones, también se vería reducido el número de trabajadores, de tal forma que de los 18 que había hasta ahora, se quedarían en 7 o 8.

El alcalde, Angel Calle, dijo que independientemente de que continúe el convenio que mantiene el ayuntamiento con la oenegé para atender a los inmigrantes, el consistorio mantendrá abierta la oficina de atención a este colectivo.