La fábrica de grasas, de la empresa Extremeña de Grasas, quema desde ayer los despojos únicamente por la noche. La medida se ha adoptado después de que en los últimos días, debido al calor, el fuerte olor que se desprende la actividad que se desarrolla en la misma se deja sentir en parte de la ciudad, al margen de en la urbanización El Prado, cuyos vecinos son los más afectados al tener la industria al lado.

El alcalde Angel Calle advirtió ayer a la empresa: "Si no es así, y queman a otra hora que no sea de noche, se procederá a iniciar el expediente de cierre, sintiéndolo mucho por los trabajadores, pero ya le hemos dado muchas oportunidades". Recordar que en seis meses la fábrica debe estar en su nueva ubicación, a diez kilómetros del casco urbano, y hasta que esto pase la situación es desagradable para los vecinos "que no tienen por qué pagar el problema", señaló.

Calle se reunió ayer en la fábrica con sus responsables y mantuvo un encuentro con vecinos de la urbanización El Prado. Según comentó, desde la empresa explican que el olor se debe a la huelga del transporte, que les ha obligado a acumular más despojos para quemar, y otra razón es que la fábrica similar que hay en Almaraz está renovando y revisando su maquinaria, por lo que su mercancía se está quemando en la de Mérida, "saltándose --dijo-- el acuerdo", firmado entre el ayuntamiento y la empresa hace un año.

Ese acuerdo establece, entre otras cuestiones, el compromiso de la empresa de irse del polígono El Prado fuera de la ciudad en un plazo máximo de 18 meses, el cual expira a finales de este año. A este respecto, Calle reiteró que la industria "ya tiene un proyecto hecho y ha comprado el terreno a diez kilómetros de Mérida para instalar la nueva factoría, por lo que la empresa cumple en parte ese acuerdo y está haciendo esfuerzos para el traslado". Por ello, declaró que el plazo para trasladarse "se podría prorrogar" si es necesario para llevarlo a cabo. El proyecto se presentó la semana pasada y la empresa busca ahora la financiación para construir el nuevo edificio, y espera obtener las autorizaciones pertinentes en materia de medioambiente.

Además, y según ese acuerdo, la empresa se comprometía a adelantar la entrada de la materia prima a partir de las tres de la tarde, a desviar el 50% a otras plantas industriales de fuera de Mérida, y a no transformar mercancías procedentes de un radio superior a 200 kilómetros.

LOS CALIFICATIVOS Se trata, insistió Calle, de una industria "molesta, insalubre, nociva y peligrosa" y, pese a que en el último año "se han reducido sustancialmente los olores", el ayuntamiento trabaja para erradicarlos, porque "no vamos a seguir soportando eso", concluyó. Como medida inmediata, al igual que se hizo hace un año, se deberá quemar solo por la noche.

En este sentido, dijo que no va a aceptar "cinismos o hipocresía política de quienes en doce años no han hecho nada por solucionar este problema", en referencia a la gestión del PP.