La Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) ha presentado un proyecto al Ministerio de Medio Ambiente para actuar en la presa de Cornalvo con dos objetivos: paliar las filtraciones de agua "muy fuertes" que sufre y para evitar inundaciones en caso de intensas lluvias. El proceso es largo y aún no hay fechas para el comienzo de estas actuaciones. Por el momento, está en fase de estudio de impacto ambiental, tal y como publicó ayer el Boletín Oficial del Estado (BOE). En todo caso, la CHG tiene un presupuesto de casi 4,5 millones.

La intención es mejorar las condiciones de seguridad de la presa, ya que los niveles actuales no cumplen lo exigido por el reglamento técnico de seguridad de presas y embalses, y aunque esto no significa que la presa corra peligro grave, según la CHG, si que resulta imprescindible realizar actuaciones que eleven los niveles de seguridad hasta los exigidos. Ahora no está garantizado que su estructura pueda responder frente a una avenida, ya que su estabilidad y capacidad de desagüe está delimitada por filtraciones y falta de capacidad de alivio.

LAS CAUSAS DE SU ESTADO Fernando Aranda, responsable de este organismo en Mérida, explica que este monumento nacional --que abastece a 3.000 habitantes de la mancomunidad de Cornalvo-- se encuentra en esta situación por varias razones Primero, por unas "filtraciones de agua muy fuertes por el contacto entre la presa y los cimientos de pizarra muy fracturada", y ese agua perdida humedece "el propio espaldón de la presa y hace que se resista menos".

Otro problema es que solo hay un desagüe de fondo y es muy pequeño, que es un tubo de 300 milímetros de diámetro que sale de la torre romana y va por la galeria. Eso supone que "ante lluvias fuertes no seríamos capaces de evitar que el embalse se nos llenara mucho". Una tercera razón de esa falta de seguridad es que "el aliviadero no empezaría a verter hasta una cota muy alta ante lluvias fuertes y la presa se llenaría demasiado".

ACTUACIONES Ante esta situación, el proyecto contempla la ejecución de una "pantalla impermeable de bentonita-cemento en el interior de la presa, que no se vería, y que haría que se filtrase muchísima menos agua". Además, habría "un nuevo desagüe de medio fondo, ya que solo hay uno"; "bajar la cota del aliviadero de 313 a 310, tres metros por debajo para que empezara a verter agua y posibilitar la evacuación de avenidas"; así como una serie de medidas correctoras de impacto ambiental.

Aranda deja claro que aunque este presa romana no cumple las condiciones de seguridad exigidas, "no quiere decir que la presa se vaya a caer mañana".

Además insiste en que esto es un proyecto presentado por la CHG una vez detectado el problema de inseguridad de la presa de Cornalvo. Ahora busca conseguir la declaración de impacto ambiental para poner en marcha las obras, pero "esto es una cosa muy previa, que se somete al órgano ambiental, y que dirá si las obras son ambientalmente viables, pero a lo mejor dicen que no, aunque espero que se puedan hacer porque son necesarias", subraya Aranda.