La jornada de ayer fue dura para los conductores que circularon por la mañana por las calles de Mérida, ya que tuvieron que sufrir tráfico lento y retenciones, sobre todo en el centro y en las principales arterias, como la calle Graciano, Almendralejo y la avenida de Extremadura, donde se produjeron frecuentes embotellamientos.

La causa fue el elevado número de turistas que visitan la ciudad debido al puente, y cuya presencia se dejaba notar tanto en la calle Santa Eulalia, la más comercial, como en las zona monumentales.

También coincidió con ser día de mercadillo, que se adelantó una jornada al ser hoy festivo.

El consejero municipal de Tráfico, Manuel Balastegui, indicó que ayer fue una jornada en la que se vieron por las calles muchos más coches de lo que era habitual, lo que dijo que era propio de una ciudad con vitalidad, porque "una ciudad sin tráfico es una ciudad muerta", afirmó.