La ciudad deportiva es desde ayer propiedad municipal. El alcalde Angel Calle, y dos representantes de la empresa gallega Sidecu (concesionaria del proyecto) cerraron definitivamente la adquisición de este complejo firmando ante notario el traspaso de las instalaciones al consistorio. El pago, que ha ascendido a 18 millones de euros más IVA, se hizo efectivo el 3 de marzo.

El pago de estos 18 millones de euros será financiado en un 60% por la Junta, que abonará las cantidades que le corresponden en tres anualidades entre los años 2009 y 2011 mientras que el ayuntamiento pondrá el 40% restante, dinero que ha obtenido de la venta de los aprovechamientos urbanísticos de la zona.

Tras la firma de este acuerdo, acto que tuvo lugar en la alcaldía, Angel Calle indicó que el ayuntamiento ha pagado una cantidad notablemente inferior a los 20 millones más IVA que iba a abonar el Partido Popular, "a los que habría que sumar los 480.000 euros anuales que Sidecu iba a recibir durante 40 años en concepto de compensación por las probables pérdidas que conllevarán su gestión", recordó.

GESTION La ciudad deportiva será gestionada ahora de forma conjunta entre el ayuntamiento y el Gobierno regional con lo que se dará servicio no solo a los emeritenses sino también a los habitantes de la comarca y de la región, "algo que llevará aparejado que su carácter sea público, y no privado, como contemplaba hasta ahora el proyecto".

Calle mostró su satisfacción porque "este culebrón haya terminado" y señaló que el siguiente paso que van a dar será construir un nuevo acceso para el que será necesario levantar un puente por encima de la vía del tren. El proyecto está valorado en tres millones de euros y se hará "cuando podamos, poco a poco, en función de los presupuestos municipales", afirmó el alcalde. La entrada actual a la ciudad deportiva se hace desde el polígono industrial El Prado, frente al parque de bomberos.

ALGUNOS ARREGLOS También informó de que tendrán que hacer frente a algunos gastos en las instalaciones deportivas para mejorarlas, como iluminar la pista de atletismo, aunque en otras, explicó, "no podemos hacer nada, como en el caso de la profundidad de la piscina olímpica, que tal y como está impide usarla para competiciones".