LLegan estas fechas del festival y se nos agolpan los recuerdos. Como periodista hemos asistido a cientos de representaciones. Ensayos generales. Y, solucionado algún que otro problema, como llevar a varios actores, entre ellas a Julia Trujillo, al doctor Vicente Guillén. jefe del Servicio de Otorrinolaringología, por una afonía.

En mi fonoteca tengo cientos de entrevistas que pertenecen a mi archivo particular. Gregorio González Perlado ya está pensando clasificarlas y hacer copias. Le hemos brindado varios documentos que actualmente se pueden contemplar en la exposición que hay en el Museo Nacional de Arte Romano y en el libro que José Monleón ha escrito del festival. Todavía no tengo ningún ejemplar, editaron para su presentación una decena.

Hemos encontrado entrevistas con José Tamayo, Francisco Rabal, Nuria Esper, José María Rodero, José Luis Pellicena, Genma Cuervo... y cantantes como José Carreras, que echábamos alguna que otra partida de mus; Plácido Domingo, Alfredo Krauss o Monserrat Caballet, incluso el día que se cayó en el anfiteatro.

Hemos vivido escenas entrañables con Manolo Martínez Mediero y su Lisistrata y visto a Juan de Avalos recorrer las gradas indignado por esta representación. Mediero lo pasó fatal cuando a las tres de la madrugada con su mujer Paquita y el director general de Música, al entrar en el parador por la parte trasera, le salieron dos jóvenes de ultra derecha con una pistola cargada, hicieron un disparo, y tuvieron que gritar ¡Viva Cristo Rey !

Por cierto, la palabra PECHOLATA es nuestra y ya lo hemos contado. Desconocíamos que Juan Carlos Rodríguez Ibarra se había vestido así por la década de los sesenta. Habría que escribir otro libro sobre el festival, pero de las anécdotas, personajes que intervinieron y sus repercusión en Mérida. Merece la pena.