La empresa Extremeña de Grasas ha presentado en el ayuntamiento un borrador con las medidas inmediatas a tomar para minimizar los olores derivados de su proceso productivo. Del informe, de carácter muy técnico y apenas entendible, se puede destacar que la opción que barajan a corto plazo es la de asegurarse que los subproductos animales destinados a la transformación serán lo más frescos posible. Por esto, dicen que aumentarán la frecuencia de la recogida, "para evitar la formación de compuestos oloríferos, que comienzan desde el mismo momento del sacrificio del animal en los mataderos".

Las medidas que propone Extremeña de Grasas para acabar con los malos olores son cinco. La primera es la de traer los subproductos lo más frescos posible para evitar su descomposición y el de rechazar mercancias que contengan grasas con más de 12 grados de acidez oleica. La segunda se refiere a la implantación de un sistema de seguridad que garantice la eliminación de los olores y la tercera es instalar tuberías que capten los olores de las tolvas de descarga, así como mejorar el cierre de accesos a las mismas.

En los dos siguientes puntos, la empresa se compromete a reparar cualquier fuga para evitar los vertidos incontrolados de las aguas residuales procedentes del lavado de los camiones y a limpiar continuamente las instalaciones.

Estas medidas fueron enviadas ayer al alcalde, Angel Calle, por fax desde Sevilla, donde está la central del grupo al que pertenece Extremeña de Grasas, cumpliendo el acuerdo alcanzado el lunes en el ayuntamiento en una reunión en la que participaron responsables del equipo de gobierno, de la empresa, de los vecinos y de los sindicatos.

Con estas medidas y con el informe que hoy le presente el ingeniero técnico municipal, que anoche tenía previsto visitar la fábrica para observar el cumplimiento de los señalado por el ayuntamiento y conocer cuál es la situación actual de las medidas adoptadas para reducir los olores, el alcalde tomará una decisión al respecto.

Todo apunta a que antes de ordenar el cierre, Angel Calle dará un plazo a la empresa de algo menos de un mes para corregir los defectos que aún haya. Pasado este plazo, se volverá a examinar otra vez la fábrica y tras el informe correspondiente el alcalde podrá dictaminar en consecuencia.

INFORME En la reunión del lunes también se dio a conocer un informe del ingeniero técnico municipal, que había ido a visitar la fábrica ese mismo día por la mañana, en el que se señala, en las conclusiones, "que la factoría, en todos los puntos o en casi todos, se encuentra exactamente con las mismas deficiencias que cuando se realizó la inspección el 19 de junio".

Entre estas deficiencias, el informe destacaba que había indicios de que se usaba como combustible las grasas procedentes de la elaboración del proceso, la depuradora de aguas sucias no funcionaba y que los despojos se descargaban a pie de la trituradora.