El desalojo de los quioscos de la plaza de España ya es una realidad. Desde primera hora de la mañana, los quiosqueros ultimaban ayer la recogida de enseres y el desmontaje de los veladores para hacer entrega al consistorio de las llaves de los quioscos y cumplir así con el plazo estipulado por el ayuntamiento para que abandonaran las instalaciones. Tras el cierre de los establecimientos, las obras para la construcción de los nuevos quioscos podrán llevarse a término en breve y tendrán un plazo de ejecución de cuatro meses.

El descontento de los concesionarios de los quioscos por cómo se ha llevado a cabo el proceso sigue latente a pesar de haber acatado la orden municipal. Así lo expresaba ayer el portavoz y abogado de los quiosqueros, Alberto Delgado, quien criticó las «prisas» del ayuntamiento por desalojar los locales sin que los tribunales se hayan pronunciado sobre los tres recursos judiciales que aún no se han resuelto. «Esto no ha terminado, ya que hay tres recursos judiciales vivos, dos por parte de los concesionarios y uno por parte de uno de los licitadores», explicó Delgado, que se preguntaba «qué ocurriría si el ayuntamiento tira los quioscos y los tribunales dan luego la razón a los actuales concesionarios».

El abogado aclaró que se ha presentado un recurso contra el pliego de las cláusulas que rigen el concurso de concesión y otro contra el decreto de desalojo. «Las medidas cautelares en un primer momento han sido denegadas pero están recurridas», destacó Delgado, quien subrayó que el último recurso se presentó el pasado día 5 y «todavía no ha entrado a trámite», por lo que advierte de que el proceso de desalojo podría paralizarse si finalmente se admitiese el recurso.

«Si se tiran los quioscos y luego los tribunales nos dan la razón, la vía que el propio tribunal ha abierto es la de la indemnización», afirmó el jurista, que rechaza la medida porque en ese caso tendrían que «pagar el pato todos los emeritenses», y recordó casos similares como las huertas de Plasencia, el Complejo de Valdecañas o el Cubo de Badajoz. Asimismo, considera que la indemnización «no compensaría la pérdida de los 18 puestos de trabajo», al tiempo que «no permitirá recuperar el espacio de convivencia tal y como conocemos».

IRREGULARIDADES // Para el abogado de los concesionarios, el procedimiento del consistorio para la concesión de los cuatro quioscos «ha estado plagado de supuestas irregularidades», como recursos que se contestan fuera de plazo y decisiones contradictorias. Añade que los quioscos están protegidos al estar situados a menos de cien metros de bienes patrimoniales, según la Ley de Patrimonio Histórico y Cultural de Extremadura. En esta línea, sostiene que los quioscos se han adjudicado a dos empresarios e insiste que el pliego de condiciones prohibía licitar por más de uno aunque, según el ayuntamiento, se presentaron con CIF distintos. «Cualquiera podría haber conseguido cuatro CIF distintos y haberse quedado con los cuatro quioscos», apuntó el portavoz.

En este sentido, Delgado considera que el ayuntamiento no puede decir que las concesiones de los quioscos estaban caducadas hace 15 años y reconocer en un reciente decreto que sí están vigentes hasta que se produzca la adjudicación definitiva, ya que supone «una clara contradicción». Además, el abogado asegura que los quiosqueros pagan al ayuntamiento 20.000 euros al año y que con las nuevas concesiones el presupuesto municipal solo aumentará en un 0,07%.

traslado a la isla // Por su parte, SIEX Mérida propone trasladar los quioscos actuales al parque de la Isla, al entender que «sería un sitio ideal para su traslado pudiendo situarse en diferentes puntos a lo largo del parque». En un comunicado de prensa, la formación entiende que los quioscos «merecen ser salvados y no hacerlo sería un error que resultaría imperdonable». Para el portavoz del grupo municipal popular, Pedro Acedo, el desalojo de los quioscos solo se basa «en un interés partidista» porque el nuevo proyecto ha sido rechazado por «un gran número de emeritenses y por todos los grupos de la oposición en pleno».