La Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) ha iniciado las tareas para extraer las plantas de camalote o jacinto de agua que en los últimos meses, desde que comenzara el verano, ha venido proliferando en las aguas del río Guadiana a su paso por el tramo urbano de Mérida. En los últimos días su presencia ha crecido notablemente en puntos como el puente romano. Un equipo formado por 26 personas y tres embarcaciones trabaja desde ayer para eliminar esta especie invasora muy dañina para el ecosistema y se espera que en un plazo de una o dos semanas se sumen otros 30 operarios a los trabajos.

Las tareas comenzaron ayer en la zona de la Isla, si bien la CHG inició el pasado mes de junio una nueva campaña de extracción en otros puntos del río. Una vez se acabe con el tramo urbano de Mérida, los trabajos se desplazarán río arriba, hasta llegar a Medellín, pues es en este tramo donde se concentra el crecimiento de esta planta procedente del Amazonas, que supone un grave riesgo para el ecosistema --especialmente porque impide que los rayos del sol superen la superficie del agua-- y una amenaza para las zonas de regadío de la cuenca del Guadiana. Además, consume grandes cantidades de agua en su rápido crecimiento, especialmente con altas temperaturas y agua en abundancia.

Desde que la planta llegara a la cuenca del Guadiana, en el año 2004, ha supuesto un auténtico dolor de cabeza para los responsables de la administración, puesto que por su naturaleza no se puede erradicar al no poder utilizarse productos químicos. La única forma que hay en la actualidad de luchar contra el camalote --se han iniciado varias investigaciones científicas-- es acotar el área de expansión y extraerla. Y esto de momento solamente se puede hacer de forma manual. En estos siete años de lucha se han extraído 227.000 toneladas de esta planta, y se calcula una inversión de 20 millones de euros además del esfuerzo destinado a este fin con los recursos propios de la CHG.

El presidente de la entidad, Eduardo Alvarado, hace un llamamiento a la sociedad para evitar que nuevas especies, ya sean animales o plantas, invadan los ecosistemas extremeños, ya que además de suponer un acto ilegal es también una "irresponsabilidad" debido al daño que causan. Y es que, tal y como reconoce, aún pasarán "muchos, muchos años" hasta conseguir eliminar esta planta del Guadiana, si es que se consigue.

ESPECIE INVASORA

El camalote, según datos de la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza, es una de las cien especies invasoras más peligrosas por los "grandes problemas ambientales", pues puede desplazar a la vegetación autóctona y alterar toda la cadena atrófica del ecosistema del Guadiana.

Esta planta se extendió en el verano de 2004 en el Guadiana después de que alguien abandonara en la cuenca el vertido de una planta de jardinería distribuida en establecimientos comerciales para estanques.

El camalote, aunque es la especie que más quebraderos de cabeza provoca a la CHG, no es la única especie invasora del Guadiana. Hay otras como el cangrejo americano, el percasol o el black bass, entre muchas otras. Afortunadamente, señala Alvarado, aún no ha llegado a aguas del Guadiana el temido mejillón cebra, que está causando graves problemas en otras cuencas.