El ayuntamiento ha ofrecido una permuta de terrenos al propietario del convento de las Freylas y del taller Maderas Moreno, situado en la calle Cardero, para que el edificio sea municipal.

La valoración del terreno fue realizada por la Gerencia Municipal de Urbanismo, que a su vez se la entregó al equipo de trabajo creado para recuperar este monumento para uso público y que está formado por representantes del Colectivo Lusitania, ayuntamiento, Consorcio de la Ciudad Monumental y Junta de Extremadura.

Emilio Oliva, del Colectivo Lusitania, afirma que la oferta realizada son unidades de aprovechamiento recogidas en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), en suelo urbanizable y en zonas de expansión.

Oliva se mostró optimista ante el paso dado para conseguir el convento de las Freylas, "aunque no será cosa de dos días, pero al menos se ha desbloqueado una situación y no se puede dejar pasar esta oportunidad, ya que el convento está en mal estado".

El objetivo es recuperar el convento y convertirlo en un edificio multifuncional, "dándole un uso cultural y religioso, transformándolo en un centro de peregrinación y de estudios paleocristianos y eulalienses, destacando lo que ha significado la figura de la mártir en el contexto histórico y cultural de Mérida".

El convento de las Freylas pertenecía a la Orden de Santiago. Inició su andadura en 1534 junto a la parroquia de Santa Eulalia, adosándose al muro oeste de la iglesia, donde se encuentra una antigua entrada la puerta de los Perdones. También ocupa terrenos que dan a la calle Cardero, Renfe y a la avenida de Extremadura.

A finales del siglo XVIII el convento fue abandonado ante los escasos recursos de la congregación de monjas que vivía allí.