El Ayuntamiento de Mérida estudia la creación de un registro de viviendas vacías e intentará llegar a un acuerdo con los dueños de las mismas para que las saquen al mercado de alquiler. La iniciativa data del año 2007 pero todavía no se ha podido concretar. En principio, la intención del consistorio es ofrecer a los propietarios establecer con ellos un seguro para quitarles el miedo de que no les puedan pagar el alquiler, y facilitarles algún beneficio fiscal.

El alcalde de Mérida, Angel Calle, ha reiterado que es una propuesta que se llevará a efecto. El mismo, siendo portavoz de la oposición, propuso en enero del año 2004 el establecimiento de un impuesto para gravar el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) de aquellas viviendas que se encuentren desocupadas para evitar la especulación en el mercado. Sin embargo, esta posibilidad no se contempla ante las dificultades para gravar viviendas que estuvieran cerradas con un arbitrio de caracter no fiscal.

Según el último censo de vivienda, en Mérida hay algo más de 5.000 viviendas vacías. La medida se enmarca dentro del plan que el Gobierno central puso en marcha para el alquiler de viviendas, entre ellas las vacías, ayudando con 210 euros al mes a aquellos jóvenes de entre 22 y 30 años con rentas bajas para que puedan alquilar e independizarse. A este respecto, en la ciudad viven en torno a 7.000 jóvenes en esa franja de edad, aunque dependiendo de sus ingresos pueden acogerse o no a las ayudas.

Con este censo se pretende dar salida a esas viviendas, facilitando medidas a los propietarios para que las pongan en alquiler, y dar una oportunidad a quienes buscan el acceso a una vivienda a un precio razonable.